El momento en que el Conte abrazó la diversidad 

La institución pública levanta la bandera del arcoíris desde el 2019 y, a pesar de la pandemia, logró que la comunidad LGBTIQ+ tuviera más protagonismo en la escena local.

La comunidad LGBTIQ+ estuvo escondida en el clóset por mucho tiempo. El miedo a ser descubierta estaba siempre presente. Ser y amar se sentían prohibidos. Daniel Olivares, dueño del boliche Rapsodia, contó cómo surgió la idea de generar un espacio para las diversidades. Dijo que “la idea de crear el boliche fue por el desencadenamiento de muchas situaciones. Me puse en pareja con Jorge y en mi época no era muy común. Necesitábamos un espacio para nosotros, sin miedo”. En noviembre de 1993 la idea del boliche comenzó con un bar rockero. Por un año siguió con la misma temática, hasta que un grupo de personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+ alquiló el local para un cumpleaños. Daniel recordó: “ese fue el momento en el que con Jorge dijimos ya está, se dio”.

El 16 de agosto de 1994 nació “Hendrix club privado”, el nombre que llevó el espacio antes de ser Rapsodia. Las primeras invitaciones fueron a través de tarjetas individuales. La lucha por mantener el boliche abierto fue muy grande. Lo clausuraron en varias oportunidades, pero una vez que el clóset es abierto, no puede volver a ser cerrado. Daniel explicó: “Rapsodia nació desde el amor. Queríamos un lugar que nos contuviera, sin tener miedo a ser echadas”. El fundador del club afirma que tuvo varios obstáculos a la hora de mantener el espacio ya que recibía burlas y tenía más demoras, que las habituales, en los  trámites que realizaba con inspectores.

A pesar de eso, el boliche ubicado en una lateral de la Av. Circunvalación se transformó en un refugio para las diversidades. Desde el ámbito privado, este lugar brindó un espacio para el amor y para el dejar ser, y así lo es hasta el día de hoy. Más tarde llegaría la oportunidad de generar algo similar pero desde lo público.

“Las puertas del Conte Grand se abrieron y, por primera vez, el Estado le dio un lugar al colectivo”- Daniel Olivares, propietario de Rapsodia.

A partir de 2019, el Centro Cultural José Amadeo Conte Grand comenzó a tener una política específica para la diversidad. Con Aníbal Peña como director, la institución buscó ofrecer un espacio que comprendiera los diálogos de la cultura emergente, incluyendo la búsqueda de la identidad.  Así fue que el Conte se convirtió en el espacio en el que se desarrollaron las capacitaciones de Turismo LGBTIQ+, organizadas por el Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia. 

A partir de la decisión del Conte de abarcar al colectivo, durante la pandemia (2020), surgió la cooperativa Cultura Drag. La deuda que el Estado tenía con la asistencia a este sector empezaba a cubrirse. Paris Santina Jofré, presidenta de Cultura Drag, expresó: “la cooperativa nació en respuesta a la falta de trabajo. Los boliches y bares, que eran el único nicho de trabajo de las dragas en ese momento, habían cerrado”. Las Dragas Queens y Kings nacieron en Rapsodia, lugar en el que realizaban espectáculos artísticos, montadas con diseños y maquillajes exuberantes hechos por ellas mismas. Las valientes, que querían darse a conocer más públicamente, fueron al Centro Cultural. Daniel Olivares manifestó que “las puertas del Conte Grand se abrieron y, por primera vez, el Estado le dio un lugar al colectivo”.

“Nosotras renacimos en la pandemia, somos hijas de ella” – Paris Santina Jofré, presidenta de Cultura Drag.

Las artistas drags que se acercaron al Centro Cultural querían estar en teatros y eventos artísticos. Así que le propusieron al Conte hacer un desfile. La respuesta que recibieron de parte del director fue positiva. Además, impresionado al ver que el proyecto contaba con más de cincuenta personas, Peña las impulsó a crear una cooperativa con la idea de que siguieran trabajando. Una vez consolidado el grupo, las “dragas” comenzaron  a trabajar en producciones audiovisuales, debido a que todavía no estaban permitidas los eventos por la propagación del Covid-19.

Paris Jofré también es enfermera universitaria y gracias a sus conocimientos ideó un protocolo para concretar esas producciones. Aparte de su experiencia en el ámbito de la salud, la presidenta de la cooperativa Cultura Drag se inspiró en el “Cantando”, uno de los pocos programas de televisión que se realizaban en vivo durante la pandemia. A través de un video en redes sociales pudo observar parte del protocolo sanitario que empleaban. Paris tomó la idea para realizar, de manera segura, la primera “Expo-Drag”. “Nosotras renacimos en la pandemia, somos hijas de ella”, afirmó. Con el tiempo, ese evento siguió creciendo e incluso llegó a tener su propio espacio en televisión. Las dragas pasaron de estar escondidas en un club nocturno a hacer un programa en ZONDA TV llamado “Iconic TV”. 

A medida que la pandemia pasó y las actividades presenciales volvieron a ser posibles, la cooperativa de las dragas comenzó a desarrollar diferentes propuestas: eventos e incluso formaciones como un taller que abarcaba todo el arte Drag. En ese momento solo había cupo para 20 personas, pero los inscriptos fueron 200.

El vínculo de la institución pública con la comunidad cada vez se fue haciendo más estrecha. El director del Centro Cultural contó que ese curso abrió las puertas a personas que no estaban integradas con su colectivo. Expresó que “muchos participantes utilizaron los talleres para socializar ya que hay gente muy aislada. La idea es que la persona pueda conocer amigos a través de un espacio contenido y no en una plaza en la madrugada. Así el alumno del taller está contenido”.

El director del Conte afirmó: “está bien ser quien uno es, poder demostrarlo sin tener tantos filtros. Cuando uno en su identidad se quiere, se entiende y se abraza, consigue eso que quiere porque hay oportunidades”. 

El Centro Cultural Conte Grand continúa colaborando con las actividades de la comunidad todos los años prestando su espacio para eventos o talleres. Peña comenta que todavía hay demasiados estigmas sobre el colectivo. Por eso, es importante que las diversidades sepan que las puertas de este espacio están siempre abiertas.

*Esta nota fue realizada por Costanza Montanaro, estudiante de la Lic. en Comunicación Social, dentro de la cátedra Producción Gráfica Institucional y fue publicada en la revista El Conte te cuenta .