Mundial de fútbol femenino: ¿cómo no celebrar? 

Mundial de fútbol femenino: ¿cómo no celebrar? 

“Lo importante sería que vayan a Nueva Zelanda porque el mundial pasado hubo un solo medio. Lo que no se ve en la televisión no existe. Si nosotras no salimos en la tele, o si ustedes como medios no comunican sobre el fútbol femenino, mucha gente no puede verlo y muchas niñas no pueden elegir jugar al fútbol porque no saben que existe. Mi pedido es que vayan”. Esa fue la declaración de Aldana Cometi, defensora de la Selección Argentina de Fútbol, en una conferencia de prensa tiempo antes de que comenzara a disputarse el Mundial Femenino Australia – Nueva Zelanda 2023.

Fuente: Télam

El pedido se cumplió, de manera parcial. Algunos medios, pocos, viajaron para mostrar de cerca lo que pasa en esta 9° Copa del Mundo de la FIFA. Entre esos pocos estuvo la periodista y relatora Natalia Maderna (primera mujer en relatar partidos de Copa del Mundo en la radio en nuestro país), quien transmitió en vivo y en directo para Radio Nacional. También viajaron para cubrir el mundial, enviadas por Adidas, un grupo de periodistas referentes del fútbol femenino. Hicieron cobertura para los medios en los que trabajan, pero quien cumplió el sueño fue la empresa de indumentaria deportiva. Mientras que la Televisión Pública transmitió todos los encuentros del conjunto albiceleste pero no tuvo enviados. La ampliación (aunque no masiva) en las coberturas tiene que ver con el aumento progresivo de marcas interesadas en acompañar como sponsors, lo que confirma que el fútbol femenino, contra la palabra de muchos, también, si quiere, puede ser un negocio rentable.

Por primera vez las jugadoras recibirán un sueldo por parte de la FIFA, por supuesto inferior al de los varones.

Este mundial, antes de empezar, ya tenía el tinte de ser histórico por muchas razones y aunque aún apenas se están terminando de jugar los octavos de final muchas anécdotas aumentan esa calificación. El primer mundial femenino organizado por la FIFA fue en 1991 en China y sólo participaron 12 países. Este es el noveno campeonato y es histórico por la cantidad de participantes: 32 selecciones, lo que se traduce en que en más países se estará viendo a las mujeres competir en un deporte históricamente “masculino”. Por primera vez las jugadoras recibirán un sueldo por parte de la FIFA, por supuesto inferior al de los varones, pero la federación espera alcanzar la igualdad salarial para los mundiales 2026/2027. Elijo creer.

Fuente: Télam

Es la copa femenina con mayor cantidad de espectadores. Es la primera vez que se juega en dos países de confederaciones distintas: Australia de la asiática y Nueva Zelanda de la de Oceanía. Es el primer mundial en el que una futbolista juega con hiyab (el velo que usan mujeres musulmanas para cubrir su cabeza, cuello y parte de su pecho) y la primera vez que participa una persona no binaria. En esta competición vistieron la casaca de su país por última vez referentes como Marta Vieira Da Silva, de Brasil, y Megan Rapinoe, de Estados Unidos.

Así hay infinitas “primeras veces” que hacen a este Australia – Nueva Zelanda un mundial trascendental. Los datos históricos también son para Argentina. Es la primera vez que clasifica a dos mundiales seguidos, siendo esta su cuarta participación y la calificación fue directa por salir tercera en la Copa América. Por primera vez la selección femenina tiene una camiseta alternativa diseñada por Adidas, exclusivamente para ellas. Estefanía Banini es la primera jugadora que completó 6 gambetas en un primer tiempo en los últimos tres mundiales. Es la primera vez que el fútbol femenino fue tapa de Olé con una nota de Catalina Sarrabayrouse sobre el partido Argentina – Sudáfrica. Sumado a que la transmisión de ese partido tuvo récord de audiencia en la Televisión Pública marcando el mayor número de espectadores de un encuentro de la selección femenina. Y también agotó entradas del partido disputado ante Suecia. Argentina se despidió del Mundial en una cancha repleta con una hinchada que cantó todo el encuentro y se quedó a alentarlas cuando terminó en derrota. 

Fuente: Télam

No es un dato menor que es parte de nuestra selección una jugadora que nació en Estados Unidos pero por las raíces argentinas de su mamá decidió vestir nuestra camiseta y no la casaca ganadora del país que la vio nacer. Sophie Braun casi no habla español pero sabe el himno y lo canta con emoción cuando comienza cada partido. Además, este es el último mundial que jugaron Estefanía Banini, Vanina Correa y Florencia Bonsegundo, las referentes del conjunto albiceleste.

El fútbol femenino en Argentina es profesional desde 2019. Suecia tiene profesionalizado el deporte femenino desde 1988 y hay igualdad salarial con el fútbol disputado por varones.  ¿Cómo competís contra eso?

Todo muy bonito, histórico y épico pero se nos terminó el Mundial en la primera ronda sin ganar ninguno de los tres partidos que se jugaron. La meta que tenía el equipo dirigido por Germán Portanova era ganar un partido, con un sólo triunfo ya harían historia pues sería el primer triunfo mundialista y si pasaban a octavos se convertirían en heroínas. Sin embargo, no sucedió ni una ni la otra cosa. 

Fuente: Télam

¿Qué se puede reprochar? ¿Se pueden analizar los errores en cada partido? ¿Qué le faltó a este equipo? No podemos responder como responderíamos luego de una competencia masculina. Mi falta de conocimiento del deporte no me permite hacer un análisis netamente futbolístico ya que sólo lo veo cuando juega la selección. De todas maneras no es por ahí por donde debe ir el análisis sino mirando la historia del fútbol femenino en el país. Es la misma historia que la de las mujeres en el mundo, de lucha, lucha y lucha. 
El fútbol femenino en Argentina es profesional desde 2019, es decir desde hace 1 mundial atrás. Suecia, el equipo que nos sacó de la competencia, tiene profesionalizado el deporte femenino desde 1988, hay igualdad salarial con el fútbol disputado por varones y son 3º en el ranking de la FIFA ¿Cómo competís contra eso? En Estados Unidos se juega y compite en grandes ligas desde la década del 70 aproximadamente. Es el deporte más popular entre las niñas y se juega en las escuelas, es la selección que más mundiales ganó (4) y por supuesto está primera en el ranking FIFA. Así podríamos seguir comparando con cada una de las potencias. Ya lo dijo nuestra jugadora Mariana Larroquette “para Argentina todo es más difícil”, le faltó decir más aún si sos mujer.

¿Cuánto tiempo antes de que comience la competencia viajan los varones para jugar un Mundial? Este equipo llegó prácticamente el mismo día que iniciaba el mundial. 

Por todo esto podemos decir que NO, este mundial no es un fracaso y no podemos más que destacar a cada una de estas jugadoras. Su director técnico, Germán Portanova, no deja de manifestar su admiración y orgullo por sus dirigidas porque en cada partido “dieron todo y quedaron vacías”. 

Fuente: Télam

Este grupo de mujeres, son nuestras representantes a nivel mundial, son jugadoras profesionales pero nadie las conoce ni las reconoce. Incluso a la AFA le ha costado. Así lo explicó la periodista que cubrió el mundial para futfemmundialok: (la AFA) “no se acuerda que son profesionales cuando los clubes dividen el salario de un contrato para dos jugadoras, no se acuerda cuando las hacen jugar en canchas auxiliares, no se acuerda cuando hace viajar al equipo nacional en tres vuelos distintos a la competencia más importante. No se acordó cuando mantuvo en el banco a un DT que decidió no convocar por 3 años a las referentes de la selección porque cuestionaron una táctica que sólo apuntaba a empatar partidos”. 
¿Cuánto tiempo antes de que comience la competencia viajan los varones para jugar un Mundial? Este equipo llegó prácticamente el mismo día que iniciaba el mundial y viajaron en tres vuelos distintos en tres días diferentes porque no había vuelo para todo el plantel junto en primera clase y sólo viajaron en primera clase porque la FIFA lo recomendaba. No tuvieron tiempo ni para recuperarse del jet lag. ¿Semejante evento y no se percataron de sacar los boletos con tiempo para tener lugar en un mismo vuelo de avión? Esa es la consideración que tuvo este equipo y ¿le piden resultados?

Falta inversión e infraestructura y personal capacitado y profesional que acompañe la formación de las jugadoras. 

Es difícil ser mujer en este mundo, pero más lo es cuando lo que querés hacer es “algo de hombres» y más si sos la primera. Las pioneras hacen historia, son referentes, nos marcan y abren el camino, pero ellas no pueden disfrutar del resultado de su propio sacrificio, lo dan todo para las que vienen, solidaridad y sororidad pura. Eso es lo que hicieron algunas de las que hoy se retiran en este Mundial. Estefanía Banini no sólo es inspiración, es esa pionera que luchó y puso cara y cuerpo cuando luego del Mundial 2019 se plantó y pidió un equipo técnico que esté a la altura de las jugadoras, pidió mejores condiciones y eso le costó estar fuera de la selección. Es prácticamente la gestora del cambio que permitió que, por primera vez, nuestra selección haya llegado al Mundial con una preparación de dos años de trabajo con un técnico que cree en el equipo y que tiene una filosofía del fútbol que hizo que todas se sintieran identificadas. Florencia Bonsegundo también la acompañó en esa hazaña. 

Fuente: Télam

Banini se retira de la selección con un sabor amargo ya que cuando obtuvo las condiciones no pudo más, pero se va con la tranquilidad de que ninguna otra jugadora va a pasar lo mismo que ella. Así lo dijo luego de terminar el partido con Suecia “Más allá de los resultados me quedo con el crecimiento que está teniendo la Selección Argentina. Me voy con el sabor amargo de los resultados pero con nada que reprocharnos. Estoy feliz de haber sido de la generación que abrió caminos”.

¿Cuántas pudieron tener a sus hijos en las gradas como Scaloni o Messi?

Hay muchos aspectos para analizar si queremos entender las desventajas con las que juegan estas mujeres, pero dos son fundamentales. Uno, la falta de políticas que fomenten la participación y profesionalización desde edades más tempranas. El tan repetido “hay que darle importancia a las inferiores”. Falta inversión e infraestructura y personal capacitado y profesional que acompañe la formación de las jugadoras. Esto es fundamental porque la falta de un buen entrenamiento y preparación física, sumado a jugar en canchas en malas condiciones hace que las mujeres expongan su cuerpo y se deteriore más rápido. Por esta razón, tienen más lesiones, demoran más tiempo en recuperarse y deben terminar la carrera más tempranamente que los varones.

El segundo aspecto tiene que ver con la desigualdad salarial. ¿Todas pueden vivir sólo de su sueldo de jugadoras? ¿Qué pasa con las que son mamás? ¿Cuántas pudieron ser acompañadas por sus familias al mundial? (Sólo dos) ¿Cuántas pudieron tener a sus hijos en las gradas como Scaloni o Messi? (Ninguna) ¿Todavía creen que es posible reprochar o comparar con el masculino?

Aún así estas mujeres se pusieron la camiseta llenas de orgullo y salieron a la cancha a dejar todo, incluso la rodilla, como Bonsegundo. Pero no es el “simbólico” dieron todo, es real, son talentosas, fuertes, decididas, tienen potrero y gambeta pero también técnica. Argentina tuvo un juego competitivo y si bien los resultados no acompañaron, a Italia le costó ganarle. La remontada contra Sudáfrica fue heróica e infartante metiendo dos goles en 5 minutos y a Suecia, sí, Suecia, la tercera mejor selección del mundo, le jugó de igual a igual y le frustró el partido hasta pasado el primer tiempo. Fue un equipo que funcionó como tal conformado por experimentadas como Vanina Correa, que atajaba por cuarta vez en un Mundial con nuestra camiseta y tantas otras debutantes con 20, 23 o 25 años. Todas unidas tirando para el mismo lado, contenidas por un cuerpo técnico que supo forjar una identidad y hacer que las que estábamos a 9 mil kilómetros de distancia lo sintiéramos y nos levantáramos a las 4 de la mañana para verlas.

Fuente: Télam

¿Por qué ni siquiera conocemos a nuestras jugadoras? 

Definitivamente creo que hay que leer este Mundial como un exitoso paso en el proceso de profesionalización y visibilización del deporte femenino en el país. Sin duda, proceso empujado e iniciado por las primeras jugadoras que no se rindieron. Como decía Marcelo Bielsa “no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Pero no se preocupe si no se premia un proceso que obtuvo menos de lo que merecía. La injusticia es muy común”. Este equipo mereció ganar y pasar de ronda, entre tantos otros merecimientos. Y tengo que citar a un varón, uno sabio y referente de muchos y no es que no merezca ser nombrado pero no puedo citar las palabras de una mujer experimentada en el deporte porque no conozco porque nunca se las ha mostrado. Por suerte eso también está cambiando, muchas son las mujeres que están pisando fuerte en el periodismo deportivo y están decididas a mostrar el fútbol femenino. 

¿Por qué aún quienes no somos fanáticos del fútbol conocemos a Cristiano Ronaldo? ¿Por qué recordamos a Beckham aunque no fue “tan grande”? ¿Por qué sabemos quién es Pelé aunque esté muy lejos de ser contemporáneo nuestro? ¿Por qué conocemos no sólo obra sino también vida completa de Maradona? ¿Por qué no conocemos a Marta? Sabemos la respuesta, porque es mujer, punto. 

Marta Vieira Da Silva, la delantera brasileña, jugó 6 mundiales y es la máxima goleadora en la historia de los mundiales. Anotó más goles que cualquier varón. Marcó 17 goles, superando a Klose y a Ronaldo, segundo y tercero en el ranking de goleadores mundialistas. Ha sido reconocida 6 veces como la mejor jugadora del mundo y se la considera la mejor de la historia. Marta es una leyenda y se está retirando con su participación en este Mundial. En una de las últimas conferencias de prensa con la camiseta de su selección también se encargó de dar un hermoso mensaje: “¿Sabés lo que es genial? Que cuando yo empecé a jugar no tenía un ídolo del femenino. Ustedes (los medios) no mostraban el juego femenino. ¿Cómo las iba a ver? ¿Cómo se suponía que yo podría pensar que iba a llegar a la selección y convertirme en una referencia? Hoy la gente en la calle me para y me dice “mi hija te adora, quiere ser como vos”. Y eso no pasa sólo conmigo, también con otras jugadoras. Hoy tenemos nuestras propias referencias. Esto no hubiera pasado si nosotras nos deteníamos ante los primeros obstáculos. Hemos abierto puertas para la igualdad y es una lucha que continúa”.

Ahora sigo con las preguntas ¿por qué nos llega a través de los medios y se viralizan los videos de cada una de las maneras en la que festeja Messi un gol (más allá de porque es el mejor del mundo, obvio) pero no conocemos el festejo de Megan Rapinoe? ¿Por qué no conocemos la historia de estas jugadoras que, además de ser talentosísimas y hacer disfrutar a cualquier amante del fútbol, también son un ejemplo de lucha y activismo afuera de la cancha? ¿Por qué ni siquiera conocemos a nuestras jugadoras? 

Vuelvo a pensar en lo positivo. Yo no conocía a ninguna de estas jugadoras, no sabía qué selecciones eran potencias ni que la nuestra era Nº 28 en el ranking de la FIFA. No sabía que nuestro técnico era Portanova. Y fundamentalmente tampoco me volvía loca ver este Mundial. Pero decidí que quería que mis hijas supieran que las mujeres también juegan al fútbol porque mi hija mayor (la menor está en la panza) vio el mundial de los varones, le entusiasmó y disfrutó que seamos campeones. Este año no pudimos hacer previas pintándonos la cara ni poniéndonos la camiseta como en el 2022, por la diferencia horaria. Pero se extasió y le contó a su papá que ahora había otro mundial y que era de “las chicas”. No la levanté a las 3 ni a las 4 de la mañana pero sí vio el partido que se jugaba a las 21 contra Sudáfrica. Googleé y busqué en las redes a nuestras jugadoras y las empecé a seguir y a conocer sus historias porque quería nombrarle a Banini, Correa o Bonsegundo así como le hablamos de Messi, el Dibu o Di María. Probablemente no las reconozca a todas pero sabe que hay una jugadora que es una genia y se llama Estefanía, una que fue goleadora en la Copa América que se llama Yamila y le encanta ver la tele y decir: “ahí vi a la chica que tiene el pelo celeste”. No sabe que otra jugadora se llama Romina Nuñez pero sí sabe que “¡HIZO UN GOL CON LA CABEZA!” y eso le parece increíble. Yo vi por primera vez un Mundial de Fútbol femenino con 33 años y mi hija mayor con 4. Yo veo como histórico los pasos de las mujeres en el periodismo deportivo, mi hija ya ha escuchado a Lola Del Carril relatar un partido, a Ángela Lerena comentar, a Sofi entrevistar y a Romina Sacher dar sus partes desde Nueva Zelanda. No la siento a ver, escuchar o tomar nota pero las voces de estas mujeres profesionales son parte de la cotidianidad de una nena de 4. Para mi hija las mujeres ya estamos en esos lugares que para otras no deja de resultar una sorpresa. 

Este Mundial nos deja un poco eso, la historia del fútbol femenino y el periodismo deportivo en la Argentina y el mundo es la lucha de las mujeres que no se detuvieron por más difíciles que hayan sido los obstáculos. Es la lucha de las mujeres que le abrieron camino a las nuevas generaciones y que siguen luchando. Ya lo dijo Osvaldo Conte, el entrenador físico de la selección, hace unos días en una entrevista: “Gracias a ellas (nuestras jugadoras), hoy, la mujer en Argentina patea una pelota y no tiene que dar explicaciones. Ahí está el éxito”.

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