La red rosa: el esfuerzo colectivo de la lucha contra el cáncer de mama

La red rosa: el esfuerzo colectivo de la lucha contra el cáncer de mama

¿Quiénes son los profesionales detrás de la atención y el cuidado de pacientes con cáncer de mama? Te invitamos a conocer la red que contiene a cientos de mujeres en la provincia.

1 de cada 8 mujeres tiene o tendrá cáncer de mama. En 2022, 82 sanjuaninas fallecieron debido a la enfermedad pese a que se trata de uno de los tipos de cáncer con mayor tasa de curación. Cada 19 de octubre se conmemora el Día de la lucha contra el cáncer de mama con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de los controles médicos, y durante todo el mes se realizan actividades de sensibilización para enseñar a las mujeres a vigilar posibles síntomas. A fin de cuentas, es en la detección precoz donde se encuentra la clave para una recuperación completa. La mayor parte de los casos que no logran la recuperación son aquellos que dejaron pasar mucho tiempo antes de acudir a consulta, dando tiempo a la enfermedad de propagarse y complicar el tratamiento.

Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer de mama, las pacientes sanjuaninas inician un recorrido por diferentes profesionales de la salud que van guiando el proceso de sanación. Se trata de un acompañamiento integral, multidisciplinario, en el que médicos y otros profesionales de la salud afines trabajan en equipo para lograr mejores resultados. En esta nota intentaremos recrear ese recorrido.

Afrontar el diagnóstico

El camino inicia con la visita al médico ginecólogo, idealmente realizada de forma rutinaria una vez al año.

María Yornet es ginecóloga especializada en el tracto urinario femenino, pero en las consultas de rutina es un tema recurrente. Las campañas de concientización por el cáncer de mama normalmente ponen el foco en la detección temprana, es decir, que la mujer pueda notar rápidamente algún síntoma sospechoso (molestias, dolores, cambios de coloración de la mama, entre otros) y acuda al médico. Para Yornet, sin embargo, la clave es no descuidar los controles anuales para poder hacer una detección precoz de la enfermedad, en caso que exista. Se llama detección precoz al diagnóstico de cáncer de mama previo a la aparición de síntomas visibles. Los casos detectados en ese momento tienen la mayor tasa de recuperación de la enfermedad, pero sólo puede lograrse cuando la persona realiza controles de rutina, sin esperar a que se manifieste el síntoma.

El cáncer de mama se presenta de forma esporádica –sin antecedentes familiares o hereditarios– en un 85% de los casos según la Sociedad Argentina de Mastología. Es decir, la importancia de los controles anuales no sólo rige para las mujeres con casos de cáncer de mama en su familia o árbol genealógico, sino para todas.

En la consulta ginecológica se realiza un examen general, y se solicita una mamografía o ecografía mamaria. “Si en ese estudio veo algo que me llama la atención o el diagnóstico por imágenes señala algún indicio de patología, los derivo para que puedan atenderse con personal especializado”, explica Yornet.

La doctora, que trabaja en el Hospital Rawson, cuenta que allí el diagnóstico de cáncer de mama es bastante eficiente y han logrado una buena articulación entre los distintos profesionales. “Si atiendo a una paciente en la mañana, ese mismo día se va con la mamografía hecha”, dice. “Si en diagnóstico por imagen ven algo raro, mandan a llamar a una asistente social, realizan una ecografía mamaria y recién entonces se deriva”. Yornet afirma que todo el proceso tiene muy poca demora y las pacientes pueden conocer rápidamente el resultado de sus estudios.

Silvina Cáceres es médica especialista en diagnóstico por imágenes, experta en análisis de patologías mamarias. Es la única médica sanjuanina especializada en imágenes mamarias, formación que completó en Buenos Aires. Su trabajo consiste en realizar un análisis integral que combina los resultados de varios estudios médicos para confirmar o descartar la existencia de una patología concreta. “En 2013, cuando empecé a trabajar en la parte de resonancia mamaria, no se hacían informes integrales; llegaban los resultados de mamografías y ecografías pero las personas que estaban no sabían cómo juntar la información y hacer un informe general”, detalla Cáceres.

Muchas veces, los especialistas que trabajan en diagnóstico por imágenes sugieren estudios complementarios para poder ver con claridad algún detalle. Cáceres explica que la mamografía, por ejemplo, es un estudio que superpone los tejidos en un solo plano. En el caso de pacientes más jóvenes, con un tejido mamario más denso, la sensibilidad de la mamografía para detectar manchas sospechosas disminuye. Ante esa situación, se suele recomendar una ecografía mamaria complementaria.

El diagnóstico por imágenes permite una aproximación mucho más exacta a cualquier nódulo, asimetría o microcalcificación. El criterio de los profesionales que trabajan en el área de diagnóstico por imagen, reflejado en el informe, es fundamental para el médico ginecólogo, que es quien finalmente comunica los resultados a la paciente y le indica el camino a seguir.

Cuando se confirma el diagnóstico de cáncer de mama, la paciente inicia un proceso de sanación física que también debe acompañarse de sanación mental. Además del dolor físico, el tratamiento implica una reorganización de la vida cotidiana de esa mujer y su familia, y aprender a convivir con los temores por el futuro que suscita. “La aceptación del diagnóstico por la paciente no es fácil, las mamas tienen una connotación psicológica muy fuerte para las mujeres”, dice María Yornet. Parte de su desafío como ginecóloga consiste en transmitir la información de la forma más clara posible y asegurarse de que la paciente dimensione el problema. “Hay quienes captan más la información y se asustan, entonces tenés que ayudar a calmar esa ansiedad. Pero hay otras que minimizan los síntomas o entran en negación, en ese caso nosotros insistimos y hacemos un seguimiento para recordarles los controles e irlas guiando en el proceso”, explica.

Del quirófano a la terapia

El tratamiento del cáncer de mama depende mucho del tipo de célula cancerosa. Para poder definirlo, normalmente se realiza una punción, un procedimiento de biopsia mediante el cual se obtiene una muestra del tejido sospechoso que se analiza en laboratorio, permitiendo determinar si el tejido es benigno o maligno y orientando el tratamiento adecuado.

El Dr. Idelfonso Gómez es uno de los oncólogos clínicos de más trayectoria en San Juan, pionero en radioterapia oncológica de la provincia. Cuando el Hospital Marcial Quiroga inauguró el Servicio de Oncología, Gómez fue designado jefe de servicio y se jubiló con el mismo cargo tras 40 años de trabajo. Al preguntarle sobre los diferentes avances tecnológicos en materia de cirugía, Gómez destacó el cambio de paradigma con respecto al impacto psicológico de la cirugía en la paciente. “Antes se realizaba la mastectomía y era prácticamente una mutilación de la mujer, quedaba la piel prácticamente pegada a la parrilla (…) Hoy está en auge la cirugía conservadora de mama”, explica. Se realiza un estudio de los ganglios axilares y, en caso de resultar negativo, la mujer evita un procedimiento quirúrgico excesivamente agresivo para su caso. El cambio de paradigma implica que la cirugía incluye entre sus principales objetivos la reducción del impacto nocivo en la imagen corporal femenina.

En San Juan, la Clínica La Pau se especializa en cirugía oncológica, oncoplástica y reconstructiva mamaria. “En mi opinión, la mejora de la autoestima es el nuevo horizonte para la cirugía oncoplástica de mama. Al igual que otros tratamientos oncológicos, la cirugía de cáncer de mama debe atender a la particularidad de cada mujer, al proceso de su enfermedad y a las expectativas personales, en este orden de prioridades.”, explica el Dr. Francisco Soberbio en la página web de la clínica. Esta nueva visión plantea, además de una reducción en la invasividad de la cirugía, la posibilidad de realizar una lipotransferencia de grasa para corregir las asimetrías en las mamas. Todo esto como parte del tratamiento oncológico que, en el caso de la Obra Social Provincia, por ejemplo, tiene una cobertura del 100%.

Luego de la cirugía, dependiendo del caso, las pacientes pueden necesitar sesiones de quimioterapia, radioterapia u hormonoterapia. A veces requieren un solo tipo, otras necesitan combinar los diferentes tipos de tratamiento. Esto varía dependiendo de la biología molecular de cada tumor de mama; es decir, “cáncer de mama” es más una descripción del lugar en que se desarrolla la enfermedad que un diagnóstico de la misma.

Con respecto a la radioterapia, el Dr. Idelfonso Gómez fue el primer médico sanjuanino en obtener la habilitación de la Comisión Nacional de Energía Atómica para manipular la bomba de cobalto. Esta fue la primera máquina que tuvo la provincia para el tratamiento específico de enfermedades tumorales, pero ha sido reemplazada con los años por el acelerador lineal (LINAC), que utiliza energía eléctrica en lugar de material radioactivo. Además de mejores protocolos de control y seguridad, el acelerador lineal cuenta con una mayor precisión y disminuye el impacto en el tejido sano. La cantidad de sesiones depende del tipo de cáncer, pero no suele tener muchos efectos secundarios en la paciente.

Caso contrario es la quimioterapia, procedimiento conocido –y temido– por los efectos secundarios que produce. Aunque no todas las mujeres manifiestan los mismos síntomas, la caída de cabello y náuseas o mareos son algunos de los efectos colaterales más comunes de este tratamiento. Las pacientes que asisten a sesiones de quimioterapia intravenosa normalmente se realizan una extracción de sangre de rutina previa, para chequeo, y recién entonces reciben el tratamiento.

Elisa Nicolosi trabaja desde hace más de 15 años en el Instituto Modelo de Oncología Clínica (IMOC), primero como asistente de enfermería y actualmente como secretaria. Nicolosi es técnica bioquímica, muy querida por las pacientes de quimioterapia de la clínica no sólo por su facilidad para colocar la aguja en su lugar sino también por su calidez humana. “Lo mío es robarles una sonrisa”, dice. Algunas reglas de la sala están puestas casi exclusivamente para ese fin: “el que llega primero elige qué vemos en la tele”. La duración de las sesiones de quimioterapia van desde los 30-50 minutos a varias horas, y el trabajo de Nicolosi es que los pacientes se sientan lo mejor posible durante ese momento.

“Les recuerdo que se hagan controles, las tranquilizo cuando miran el resultado de los estudios antes de la consulta con la doctora, les hago chistes cuando están muy nerviosas”, explica Elisa, como la conocen todas las pacientes. Al preguntarle cómo encuentra la fortaleza para transmitir esa buena energía todos los días, Nicolosi cuenta que fue algo que entrenó con el tiempo y ayuda en terapia. “Al principio me afectaba mucho, casi todos los días volvía llorando a mi casa. Con la psicóloga entendí que lo que hago acá, ayudar a que la paciente se sienta bien esas horitas aunque sea, es suficiente, es mi granito de arena”, dice. Hoy Elisa es una parte fundamental de IMOC y el cariño que ofrece a las pacientes infunde fortaleza en muchas de ellas para atravesar las sesiones de quimioterapia, e incluso luego de haber finalizado el tratamiento. “Me saludan para mi cumpleaños o a veces me escriben pacientes que ya terminaron el tratamiento hace años y vienen solo a controles anuales”, cuenta.

Volver a la rutina

Tras haber eliminado las células cancerosas, el tratamiento se enfoca en garantizar una buena calidad de vida para la paciente. Esto incluye la atención de posibles efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y el acompañamiento psicológico para garantizar su salud mental.

Nilda Carbajal es licenciada en Kinesiología y Fisioterapia, y realizó varios posgrados orientados a la atención oncológica. En un par de oportunidades viajó a Brasil, donde realizó pasantías con los creadores de la técnica en la que se especializó. La técnica Godoy-Godoy de drenaje linfático es la más reciente para el tratamiento de linfedemas reconocida por la Organización Mundial de la Salud.

El linfedema es la acumulación de líquido linfático en el brazo que se produce en las pacientes a las que se les ha tenido que extirpar los ganglios axilares. “Antes nosotros recomendábamos a nuestros pacientes que evitaran hacer esfuerzo del lado operado porque era considerado factor de riesgo para la formación de linfedemas. Hoy, en cambio, los estudios han demostrado no sólo que el esfuerzo no es un factor de riesgo sino que hasta es recomendable para que el paciente no pierda masa muscular”, explica Carbajal. A su criterio, uno de los avances más destacados en lo que refiere a la atención integral del cáncer de mama tiene que ver con la inclusión de kinesiólogos: “hemos logrado que muchos médicos nos deriven cuanto antes al paciente, y la recuperación es mucho más rápida”.

Carbajal integra la Unidad de Mama del Hospital Marcial Quiroga y la Unidad de Mama del Sanatorio Argentino, una novedosa forma de trabajo que propone un abordaje integral de la enfermedad. Los profesionales de diferentes áreas se reúnen asiduamente para realizar análisis de casos, mantener una comunicación fluida con el resto de involucrados en el proceso de sanación del paciente y aprender de sus colegas. “Conocer el proceso completo te ayuda a entender no sólo la evolución física del paciente sino también el proceso psicológico que atravesó, dependiendo de cuánto tiempo lleva en tratamiento o qué tan complejo es el caso”, señala Carbajal. Estos equipos también incluyen psicooncólogos, psicólogos especializados en la atención a pacientes oncológicos. El cuidado de la salud mental de las pacientes se ha convertido en una prioridad no sólo para la atención psicológica sino para todos los profesionales involucrados en la atención a pacientes con cáncer de mama.En resumen, la lucha contra el cáncer de mama es un esfuerzo colectivo protagonizado por decenas de profesionales de la salud, comprometidos en brindar una atención eficiente y humana. La concientización, la detección temprana y el trabajo en equipo ha provocado un salto cualitativo en la atención a pacientes con esta enfermedad, ofreciendo el apoyo y la esperanza que necesitan en cada etapa del camino a la recuperación.

3 comentarios en «La red rosa: el esfuerzo colectivo de la lucha contra el cáncer de mama»

  1. Felicitaciones por esta hermosa nota, y seguir informando a la población del continuo trabajo en equipo por los profesionales que integramos las unidades de mama!

  2. Excelente nota, felicitaciones a todos los profesionales tan responsables e idoneos!!!

  3. Me encantó la nota!! Una mirada desde el otro lado de la enfermedad!! Desde los profesionales que se ocupan y preocupan por la recuperación de sus pacientes!! Un aplauso afectuoso para ellos!!! Y otro para la autora de la nota que nos permitió conocer sus esfuerzos!!!

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