Pospandemia y después: apuntes económicos preliminares

Pospandemia y después: apuntes económicos preliminares

Lo hemos escuchado muchas veces: la pandemia encontró a la Argentina en una situación económica que ya era crítica. La tremenda deuda adquirida por un gobierno que llevó al país a niveles históricos de recesión ya nos había colocado en un estado preocupante, aún antes de que un virus que se activó en lugar del mundo derrumbara las economías de todo el planeta. Dadas estas dos claves de base –que igual habría crisis “gracias” a la gestión macrista y que la pandemia nos afectó como afecta a toda la economía mundial de una manera tan global como no había ocurrido jamás- la pregunta es ¿qué hacer? ¿qué medidas deberían encarar los gobiernos nacional y provincial para que, pensando en una esperada post-pandemia, el país y San Juan salgan del pozo?

Fabián Saffe, licenciado en Economía, docente en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ compartió algunos apuntes preliminares. En su opinión, a nivel nacional, las medidas económicas necesarias para la post- pandemia deben estar fundamentadas en cinco planos: el del empleo; el plano financiero, de la política respecto del dólar y de las gestiones de la deuda; el de la inversión privada y pública en obras; el incentivo al consumo y finalmente, aunque no menos importante que los anteriores, el plano de una reforma tributaria que incluya a las Pymes como motor de la inversión y el empleo.

Esto debe darse, para Saffe, en un marco de entendimiento de un Estado presente en lo redistributivo (enfoque más bien tradicional), y también con más énfasis en un rol “articulador” de generación de valor, sumado a la actividad privada. Es decir, construir reglas donde el agente económico cuente con diferentes incentivos e impulsos propuestos por el gobierno para invertir, para consumir, para hacer obras de construcción privada, para innovar, y así salir del laberinto de la especulación (contado con Liqui, dolarización de carteras, etc.) e incorporarse al camino de producción.

Según el economista local, una reforma tributaria atada a incentivos de exportación, de empleabilidad, de inversión, con una fuerte segmentación federal (no se debe tratar a las Pymes y a las grandes empresas por igual, ni a las regiones como un todo), ofrecería un horizonte más holgado para la creación de valor privado y para tomar empleo en economías regionales deprimidas. Otro punto a tener en cuenta es la obra pública (también con criterio federal) que tracciona con rapidez (además de emplear a sectores poco calificados) el empleo y la actividad económica. Por su parte, la construcción privada ayuda y debe incentivarse desde distintos planes y ofrecimiento de financiación a tasas promocionales.

En el plano financiero el Estado tiene que “tranquilizar” la economía (ejemplo de esto es la reestructuración de la deuda con acreedores extranjeros), volver a los mercados en pesos, en un sendero sostenible de endeudamiento prudente, y ser consistente en la negociación y creíble en las promesas de pago. Aquí se debe entender que el déficit fiscal se debe disminuir (converger a 3 ó 4 puntos del PBI en el año que viene), pero no a costa de ajuste que ralentice la recuperación. En este sentido el ahorro presupuestario, producto de la renegociación, ofrece aire a un fisco asfixiado.  Además, en el plano netamente especulativo, deben generarse instrumentos de ahorro que le compitan al dólar paralelo y doten de herramientas de intervención en el mercado del dólar financiero (CCL, dólar MEP). La brecha que se encoge descomprime la inflación.

Por último, del mismo modo que se incentiva la inversión, debe fortalecerse el consumo. Pero, como rasgo novedoso, la post pandemia ofrece la posibilidad de hacerlo de manera más agresiva (no basta con el Ahora 18), de forma de apuntalar a sectores más golpeados (sectores asociados al turismo, hotelería, gastronomía, transporte, etc.).

¿Qué pasa en San Juan?

En lo estrictamente provincial y a grandes rasgos Fabián Saffe distingue tres situaciones problemáticas distintas con necesidad de soluciones urgentes.

Los servicios como el comercio (de baja complejidad y tecnificación), junto al sector público, tienen un importante peso en la absorción de empleo (mucho informal) y en la actividad, dice el docente sanjuanino. Este sector depende (directa o indirectamente) de un presupuesto provincial ordenado y en constante expansión. Naturalmente las medidas de orden nacional deben ser de sostenimiento presupuestario y, a través de ello, de fomento y subsidio a ese sector.

El sector agrícola tradicional y el sector industrial asociado directamente a él (vid, vinos, mosto, oliva, etc.), necesitan de políticas industriales de fomento a la integración en cadenas productivas robustas, induciendo desde el Estado (con reintegros a la exportación, con financiamiento, con rebajas impositivas) a compromisos de inversión en calidad, en exportación y a la toma de empleo de calidad, con mayor valor agregado.

“El complejo sistema minero es de dinámica propia, pero también necesita de mayor estabilidad macroeconómica y fomento a la inversión. Si bien las medidas de incentivos son necesarias, la tranquilidad en el plano financiero (divisas) es la principal señal positiva para una estabilidad jurídica siempre declamada”, aclara.

Por todo lo dicho, para Saffe es redundante pero preciso recalcar que en provincias de PBG no muy alto como la nuestra y un entramado industrial incipiente, la recuperación necesita de un Estado Nacional presente, con obras públicas de fuerte impacto en el empleo, pero también que en el corto plazo dinamicen sectores productivos. Estas obras públicas o su financiamiento desde el presupuesto, también pueden orientarse a sectores de demanda social renovada después de la pandemia. En este sentido, pueden pensarse en obras en salud pública y/o privada en alianza estratégica, transporte, sanidad, medio ambiente, entre otras.

Ilustra esta nota la pintura “Riqueza Nacional” de Francisco Vidal. Óleo sobre tela de 300 cm de alto por 320 cm de ancho que describe las actividades economicas que se desarrollan en la Argentina. Desde 1939 se encuentra en el Salón Manuel Belgrano del Palacio de Hacienda, sede del Ministerio de Economía de la Nación, en la intersección de las calles Hipolito Yrigoyen y Balcarce de la Ciudad de Buenos Aires.

 

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