Yanina Iturrieta “Hay un movimiento que es pujante y que tiene muy en claro lo que consiguió con la Ley”

A más de un año de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, Yanina Iturrieta, integrante de Las Hilarias Socorristas en Red, reconstruye el camino transitado para esbozar el panorama actual de la provincia en materia de IVE.

Yanina Iturrieta tiene 33 años y hace 5 que integra Las Hilarias Socorristas en Red. Es licenciada en Sociología por la Universidad Nacional de San Juan, investigadora en Estudios de Género, becaria del Conicet y, por evidencia, feminista.

Las Socorristas son una red federal compuesta por más de 50 organizaciones feministas a lo largo y ancho del país. Surgió en Neuquén por el año 2012, pero fue recién en el 2014 cuando adquirió sentido como red de acompañantes. Las Socorristas se dedican, desde entonces, a acompañar de forma cuidada a mujeres y personas gestantes que decidan abortar.

Yanina va enroscando lana hasta formar un ovillo que crece con el pasar de los minutos. El movimiento de sus dedos ovillando −con calma, constante− me recuerda el trabajo de las socorristas: tejer redes. Es fácil reconocerlas en cualquier marcha. Además de la alegría que caracteriza sus columnas, usan casi siempre una peluca magenta de tipo corte carré.  En San Juan se establecieron en 2014 y tomaron el nombre de Las Hilarias. Desde ese momento, su labor no se detuvo.

A pesar de que ahora abortar es un derecho en todo el territorio nacional, la Red apuesta a seguir acompañando a quienes decidan hacerlo, ya sea de forma autogestionada o desde un centro de salud. Durante los dos años desde que la IVE se aprobó, las socorristas han realizado múltiples campañas para garantizar su difusión y su cumplimiento legítimo, aún pandemia mediante.

–¿Por qué el nombre Las Hilarias?

El nombre es por un evento que marca la formación inicial de las primeras compañeras que viajaron a hacer su pasantía a Neuquén. La pasantía consistía en participar de un taller formativo con militantes de la Revuelta (N de la R: colectiva feminista de Neuquén, https://larevuelta.com.ar/) y con personas que necesitaran abortar allá. Así, se encuentran con una mujer llamada Hilaria que tenía una historia de vida muy particular. Ella era trabajadora golondrina, había venido desde Bolivia y estaba trabajando en la cosecha en Neuquén. Completando los estudios primarios, Hilaria se encuentra con una docente que le pasa el dato delas revueltas y va a ese taller en busca de acompañamiento justo cuando estaban mis compañeras haciendo la pasantía. Ellas trajeron esa historia cuando volvieron acá y decidimos tomar ese nombre. Además, tiene un significado muy bonito de hilos que se van tramando. La historia también está narrada en una nota que salió en Página 12 que escribió Ruth Zurbriggen en el suplemento LAS12, hace mucho.

–Se necesita un proceso de capacitación para convertirse en acompañante ¿Cómo es esa preparación? ¿En qué consiste?

Nosotras organizamos las incorporaciones de acuerdo al momento y las necesidades de forma particular. Siempre ha sido difícil sumar compañeras, no solamente por el compromiso, sino porque hay que acompañar el ingreso y eso requiere trabajo. También es necesario construir confianza para trabajar juntas. Son procesos en los que nos detenemos y que hacemos de forma bien concienzuda.

Pero, en general, organizamos la formación en etapas. Primero, empezamos por compartir la Política Feminista Socorrista que tiene que ver con lineamientos, definiciones y posicionamientos políticos ante la realidad tal cual la entendemos a partir de acuerdos con toda la Red. Esto tiene que ver con cómo pensamos una experiencia de aborto, cómo pensamos el derecho a abortar. También, tiene que vercon cómo queremos disputar lo que se entiende en torno al aborto como un evento dramático, traumático, negativo, que no se quiere o que se quiere evitar. Queremos correr esos sentidos e invitar a pensar el aborto desde otro posicionamiento: como una decisión elegida que tiene distintas razones, pero que son todas igualmente válidas y que no necesariamente implica un evento negativo. Un aborto puede decidirse con total entereza y dignidad.

Ya después de esa primera parte, vienen las Formas Organizativas del Socorrismo que es el acompañamiento en sus distintas etapas: primer contacto telefónico con quien necesita abortar, los talleres, el acompañamiento propiamente dicho y el seguimiento posterior al aborto.

“Un aborto puede decidirse con total entereza y dignidad”

–Con respecto a la situación sanitaria que vivimos en este último tiempo, ¿la pandemia implicó un aumento en la cantidad de mujeres y personas gestantes que buscaban acompañamiento para abortar?

Lo cierto es que año a año hay un aumento considerable de acompañamientos. En el 2017 hicimos talleres con 93 personas y en el 2018 con 313, que fue el año que se debatió la Ley. Aumentó mucho más del doble; se triplicó. El taller se hace con las personas que nos llaman a la línea. Nosotras tenemos una sola línea telefónica, que es por donde se comunican todas las personas que necesitan contactarse. No todas las personas del taller se realizan un aborto, pero sí la mayoría. Por ejemplo, en el 2018 nos reunimos con 313 personas en los talleres, pero acompañamos en sus procesos de aborto a 275. En el 2019 aumentó de 313 en los talleres a 477 personas, y en 2020 aproximadamente a 900. Entonces, el aumento no es directamente atribuible a la pandemia porque, de hecho, año a año fue aumentando la cantidad de llamadas, talleres y acompañamientos que hicimos. Creo que las particularidades van por otro lado.

“Año a año hay un aumento considerable de acompañamientos”

–¿Crees que el aumento puede tener que ver con la visibilización que cobró el asunto en los últimos años?

Para mí sí. Pero bueno, sin dudas siempre hay un modo de llegada… Nosotras hacemos una pregunta en el taller que es ¿Cómo te contactaste con nosotras? Y entre las respuestas “busqué por Internet” es la principal. Hay muchas formas de llegar a nosotras y cada una de ellas se ha ido expandiendo. El boca en boca también ha sido más intenso. Nosotras hacemos una gran campaña por Internet a nivel red nacional que tiene que ver con posicionarnos en los buscadores. Si vos pones aborto en los buscadores te va a aparecer Las Socorristas en Red.

–De las mujeres y personas gestantes que buscan acompañamientos, ¿qué porcentaje son menores de edad?

Aproximadamente entre un 13 y 15 por ciento de las personas acompañadas son menores de 19 años. El porcentaje, aunque comparativamente podría pensarse menor, da cuenta de que hay bastantes personas pasando por esa situación. Y aunque fuese una sola persona, no es algo por lo que nosotras nos regimos, es decir, no tienen que ser un montón para recién ser considerado un problema. En ese sentido es que surge la campaña “En un mundo justo, las niñas no son madres”. Surge a fines del 2019 y se relanza en el 2020, en el marco de la pandemia con una campaña en redes y de difusión que hicimos en ese momento. Está la campaña en la página de la Red.

“Quien practica el aborto es la propia persona que atraviesa en su cuerpo esa gestación que no quiere continuar, no nosotras”

–A pesar de la idea de que el aborto es un procedimiento quirúrgico realizado en hospitales, la gran mayoría de los abortos son procedimientos ambulatorios ¿podrías explicar cómo realizan ustedes esta práctica habitualmente?

Nosotras compartimos información que ya existe, que tratamos de reconstruir de una forma que nos parezca adecuada, para que sea fácil de comprender y de llevar a cabo. Pero, quien practica el aborto es la propia persona que atraviesa en su cuerpo esa gestación que no quiere continuar, no nosotras. Esa oportunidad la permite el misoprostol: que un aborto sea practicado sin riesgos, en el espacio físico que una persona decida y con el que cuente. Puede ser en su casa, en la casa de su amiga, de su pareja, de su familia, acompañada por las personas que decida, en el momento que considere más cómodo y con todas esas facilidades. Sin perder de vista que siempre va a haber personas que prefieran hacer una intervención quirúrgica, lo cierto es que, cuando son abortos del primer trimestre de gestación, por lo general son ambulatorios.

“Hoy hay un Estado al que le podemos exigir”

–¿Qué significó para ustedes como Socorristas la legalización del aborto?

Como militantes para nosotras fue una gran alegría, una alegría compartida. Lo mejor de esa alegría es justamente eso, que un montón de nosotras estábamos en todos lados celebrando algo por lo que veníamos trabajando hace mucho tiempo. Porque, además, es una ley que se caracteriza por haber tenido mucho trabajo de las organizaciones feministas detrás y muchos debates que nos dimos también hacia adentro. Entonces fue todo eso ahí, puesto de relieve ese día.

Por otro lado, también fue un alivio porque nosotras sabemos que todos nuestros esfuerzos no son iguales a lo que puede implicar una política pública. Esto en cuanto al alcance, a la responsabilidad de justamente ser pública.

Darnos cuenta de que de un año al otro aumentan casi tres veces la cantidad de personas que se contactan con nosotras quiere decir que, no es que en el 2017 no había personas que abortaban, sino que esas personas no podían llegar a nosotras. Hoy, hay un Estado al que le podemos exigir que comunique, que sea claro y que haga campañas porque es ley.

“La legalización es sólo una dimensión de la cuestión del aborto”

–Se sabe que, a pesar de la ley, aún hay obstáculos para quien quiere acceder a un aborto, ¿cómo ves el panorama respecto del acceso a la IVE en San Juan?

El acceso es un concepto muy complejo porque uno puede pensar “voy y digo que quiero abortar y listo”, pero el acceso está mediado por quienes trabajan en el terreno concreto. La legalización es sólo una dimensión de la cuestión del aborto. Es importante, porque todo lo que concierne al Estado es importante y tiene mucho peso y legitimidad, pero no es la única dimensión que cuenta a la hora de las relaciones concretas y prácticas. Por eso, son muy importantes las experiencias previas de organización, como la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, porque permitieron que existan espacios preparados para esta primera etapa de implementación. Y debo decir, por justicia, que fuimos nosotras quienes impulsamos la conformación de esa Red de Profesionales en el 2018. Hasta el día de hoy compartimos comunicaciones cotidianas cuando articulamos en algunos acompañamientos.

Hacia el final, Yanina hace principal hincapié en el trabajo articulado de la Mesa por el Aborto Legal de San Juan donde, explica, las organizaciones integrantes tienen posturas distintas respecto a muchas problemáticas sociales, pero logran coordinar en la defensa y el cuidado de ese derecho conquistado. “Lo cierto es que hay un movimiento que es pujante y que tiene muy en claro lo que consiguió con la ley. Hay que señalar eso y reconocerlo”, concluye Yanina, sostenida en las redes que supo construir todo el movimiento feminista. 

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