Vasectomías: ahora les toca a ellos
En San Juan, 3 de cada 5 hombres que consultan sobre vasectomía, se hacen la operación. La anticoncepción, de a poco, dejó ser una tarea exclusiva de la mujer.
Tuvieron que pasar muchos años, muchos hijos/as y muchos embarazados no deseados para que las leyes argentinas se ocuparan del control de la natalidad. En nuestro país, recién en el 2006 se sancionó la ley 26.130 que establece que “toda persona mayor de edad tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas denominadas «ligadura de trompas de Falopio» y «ligadura de conductos deferentes o vasectomía» en los servicios del sistema de salud”. Además, la legislación integró estas prácticas al Programa Médico Obligatorio (PMO) con cobertura total.
Hasta mediados del 2000, las mujeres éramos prácticamente las únicas responsables a la hora de poner freno a los embarazos. En el mejor de los casos, accedimos a pastillas, parches, DIU o inyecciones anticonceptivas, sino “que lleguen los que tengan que llegar”. Nosotras íbamos al ginecólogo y ahí, cuidando nuestros cuerpos y deseos, tomábamos esa decisión.
A partir de las leyes y, principalmente, del mayor acceso a la información, los varones empezaron a enterarse que existían las vasectomías. De hecho, en San Juan, hoy en día, 3 de cada 5 hombres que consultan al urólogo sobre este tema, acceden a la intervención. En Argentina, según un reporte del área de Monitoreo de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva de la Nación, en 2015 solo 56 personas se habían realizado una vasectomía en el país, una cifra que se incrementó cada año hasta alcanzar las 683 en 2019. Se multiplicó por 12. Pero (sí, llega el pero que destruye todo lo anterior), de acuerdo al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, las ligaduras de trompas de Falopio siguen siendo mucho más frecuentes. Las mujeres son exponencialmente más responsables por la anticoncepción que los varones.
¿Qué es la vasectomía? El doctor Mauricio Sojo, urólogo sanjuanino, dice: “Es una intervención sencilla, ambulatoria, que dura 20 minutos y se hace con sedación (no anestesia). En la vasectomía se realizan dos pequeñas incisiones de 1 cm aproximadamente en el escroto para acceder a los conductos deferentes, se los liga y corta por separado, para que de esta forma los espermatozoides queden en los testículos y no lleguen al semen”. Para hacerla sólo se necesita el consentimiento del paciente y no es condición haber tenido hijas o hijos. Según Sojo, ahora llegan más pacientes a su consultorio a informarse sobre la vasectomía.
Los hombres que más consultan sobre la intervención tienen, en la mayoría de los casos, más de 40 años. Aunque, nos contó el doctor Sojo, hay casos de jóvenes veinteañeros que toman la decisión porque ya tienen hijos/as y no quieren más: “ahora la planificación familiar está más a cargo del hombre. Toman la decisión porque sienten que la mujer ya pasó por muchos procedimientos quirúrgicos”.
Los hombres que más consultan sobre la intervención tienen, en la mayoría de los casos, más de 40 años. Aunque, nos contó el doctor Sojo, hay casos de jóvenes veinteañeros que toman la decisión porque ya tienen hijos/as y no quieren más: “ahora la planificación familiar está más a cargo del hombre. Toman la decisión porque sienten que la mujer ya pasó por muchos procedimientos quirúrgicos”.
Sin dudas, le guste a quien le guste, el fervor de los movimientos feministas abrió estos nuevos caminos que hablan de un cambio cultural en favor de la igualdad.
Una de las principales inquietudes es acerca de la reversibilidad de la vasectomía: “¿y si después quiero tener más hijos?, “¿y si me separo y mi nueva pareja quiere un bebé?Respecto de este tema, Sojo comenta:“Hay una posibilidad de reversión, pero no es segura. El paciente tiene que tener la información para tomar con convicción sus decisiones. Si el paciente no está muy seguro, se puede ofrecer la criopreservación de espermatozoides, muy parecido al congelamiento de óvulos en las mujeres”.
No cantaremos victoria absoluta, pero parece que podemos confiar en el principio ¿del fin? sobre nuestra responsabilidad exclusiva de traer o no hijos/as al mundo. No somos conscientes de lo acostumbradas que estamos a ir al ginecólogo a consultar sobre anticoncepción o a hacernos los chequeos anuales. Llegamos, nos revisan, nos abrimos de piernas una y otra vez, nos hacemos las eco transvaginales y aún hay hombres que temen ir al urólogo para que les revisen el pene. El tabú es grande, las dudas sobre la vasectomía son muchas, pero estos varones que entrevistamos la recomiendan. Y yo también.
