Reconocer a las cocineras comunitarias es política de cuidado feminista

Reconocer a las cocineras comunitarias es política de cuidado feminista

En el marco de la presentación del proyecto de Ley nacional para el Reconocimiento salarial a trabajadores y trabajadoras de comedores comunitarios, el lunes 5 de junio al mediodía, La Poderosa de San Juan junto con organizaciones de la Economía Social, Solidaria y Popular (ESSP), como la Unión de Trabajadores/as de la Tierra (UTT) de la localidad de Boca del Tigre (San Martín), convocaron a una olla popular en la cancha del barrio Malvinas 2, departamento de Chimbas.

No resulta casual este lazo cooperativo de La Poderosa con actores/as de la ESSP. Parte de lo que propone ese campo, que por definición es “plural y complejo”, es constituirse como “alternativa político-económica” al modelo capitalista extractivista. La ESSP propone como proceso y horizonte prácticas comunitarias, colectivas y participativas que contribuyan a generar mejores condiciones de existencia para las comunidades (Andrieu, Nievas, Ruarte, Vargas y Lucero, 2021).

La iniciativa popular, según comenta Ana Pizarro, referente de La Poderosa en San Juan, surge porque la mayoría de las asambleas que componen la organización- que en 2024 cumple 20 años de su nacimiento como colectivo villero- tienen comedores y merenderos. Neli Vargas es una de las compañeras poderosas de la villa Zavaleta (CABA) que trabaja hace 30 años en esos espacios comunitarios sin ningún tipo de reconocimiento salarial. La situación de Neli es similar a la que atraviesan la mayor parte de las cocineras y trabajadoras de esos espacios. Fue en el marco de esas discusiones que La Poderosa concretó el proyecto de ley que, según afirma la organización en su cuenta oficial de Twitter, busca “generar un piso de derechos mínimos para las trabajadoras y trabajadores de los comedores y/o merenderos comunitarios, que incluya derechos laborales y un salario mínimo». La propuesta fue elevada este lunes por Natalia Zaracho, Diputada nacional del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires  y referente del Frente Patria Grande. La Poderosa no pudo presentarla como iniciativa popular debido a la acefalía en el cargo del Defensor del Pueblo nacional.

Ana Pizarro,referente de la asamblea Malvinas de La Poderosa,San Juan.

El proyecto busca reconocer los derechos propios del trabajo registrado, de quienes desempeñan un rol laboral en comedores comunitarios. Propone una nueva modalidad de contratación; contempla el pago de un Salario Mínimo, Vital y Móvil así como licencia por maternidad y por paternidad, por cuidado de enfermos y/o accidentes y licencias especiales, vacaciones pagas, aguinaldo, cobertura médica, ART y jubilación, entre otros derechos laborales.

Actualmente solo algunos/as trabajadores y trabajadoras de los comedores y/o merenderos comunitarios reciben una contraprestación a través del Programa Nacional de Inclusión Socioproductiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo” del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Sin embargo, el monto que reciben no alcanza para cubrir necesidades básicas de quienes sostienen por 8 horas diarias o más el trabajo-invisibilizado-en los espacios comunitarios de distintas provincias de la Argentina. Según el informe de la CEPAL (2021) titulado Repositorio de información sobre uso del tiempo en América Latina y el Caribe, las mujeres trabajan más del doble de tiempo que los varones en los quehaceres domésticos y de cuidado-incluso fuera del hogar-sin percibir remuneración alguna.

Las mujeres que integran la asamblea de Malvinas, de la Poderosa (San Juan), además del trabajo doméstico desarrollan tareas de cuidado en el merendero de lunes a lunes y en el comedor los martes y jueves sirviendo la cena y garantizando el derecho a la alimentación de las niñeces y adolescencias, así como de sus familias, allí donde el Estado está ausente. “Nosotras la olla no la paramos un día y ni siquiera tenemos reconocimiento salarial. Lo toman como que nosotras hacemos esto a voluntad, pero es un trabajo (…). Nosotras dejamos las niñeces para poder sostener las ollas”, comentó Ana Pizarro.

Edith Argañaraz y Marianela Pizarro.

En el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios (ReNaCoM), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, actualmente se registran 134.449 personas, en su mayoría mujeres, que trabajan en los 34.782 comedores y/o merenderos comunitarios del país. Esas mujeres alimentan a más de 10 millones de personas, según el relevamiento realizado por la Oficina de UNICEF Argentina y La Poderosa, a través de su Observatorio Villero. En San Juan, actualmente asisten al merendero de La Poderosa (en el barrio Malvinas 2) niños, niñas y adolescentes que residen en el Lote Hogar 62, en la Villa Observatorio (ambos barrios de Chimbas) y en La Bebida, Rivadavia.

En San Juan, de las 26 personas que conforman el núcleo duro de La Poderosa, 21 son mujeres que distribuyen las tareas de cuidado en el espacio comunitario. Eso no es una novedad. Se trata de una discusión que pusieron en agenda los feminismos y que evidencia una desigualdad estructural histórica que asocia y naturaliza el trabajo doméstico y roles de cuidado con el género femenino. Las mujeres de escasos recursos son las más perjudicadas dado que no pueden tercerizar las tareas de cuidado. Las implicancias de la división sexual del trabajo son “una mayor precarización laboral”, debido a la doble jornada de trabajo (al interior y fuera de sus hogares) así como “menores posibilidades de generación de ingresos y acceso a empleos con menores remuneraciones por parte de las mujeres, lo que deriva en la feminización de la pobreza y agravan la situación de vulnerabilidad” (UNICEF y La Poderosa, 2023, p.35). Además, la división machista y patriarcal de roles reproduce estereotipos de género, afecta la participación política de mujeres y niñas como así también sus posibilidades de acceso a la educación y a otros derechos (CEPAL, 2021).

El informe de la CEPAL (2021) sostiene que la pandemia evidenció la sobrecarga de tareas de cuidado sobre las mujeres y profundizó la desigualdad de género.

Según Ana Pizarro, además del espacio alimentario en el marco del cual producen 230 raciones diarias para el comedor- de las cuales 90 son para las niñeces- la organización compuesta en su mayoría por mujeres sostiene espacios de fútbol mixto, talleres de cultura y el nodo de educación. “Los niños y niñas vienen porque acá se sienten contenidos/as” comentó Miriam Ochoa, integrante de la asamblea de La Poderosa, San Juan. Además, la organización villera realiza actividades económicas para poder sostener el comedor y el merendero. La demanda y asistencia a los espacios de alimentación comunitaria aumentó exponencialmente durante los dos años de pandemia que afectaron, sobre todo, a las familias en mayor situación de pobreza y vulnerabilidad social.

Si bien la organización recibe módulos alimentarios por parte del Estado nacional (y ocasionalmente del estado provincial y municipal), dado que se encuentra inscripta en el ReNaCoM se trata, en su mayoría, de alimentos secos, leche, azúcar, entre otros.  Las legumbres, verduras, frutas y carne no forman parte de los bolsones, lo que evidencia la ausencia de una política alimentaria saludable para las niñeces, algo fundamental para su desarrollo en los primeros años de vida. Esto ha llevado a La Poderosa a articular estratégicamente con la UTT de Boca del Tigre, en el marco del fortalecimiento de vínculos con sectores de la ESSP.

Quienes integran la organización villera son optimistas respecto del tratamiento de la iniciativa presentada en el Congreso de la Nación. El colectivo de La Poderosa espera un tratamiento urgente en las comisiones correspondientes porque sin las cocineras comunitarias no hay alimento en la mesa de los/as pibes y pibas que son el presente más que el futuro. Reconocer salarialmente el trabajo de las cocineras y sostenedoras de comedores y/o merenderos comunitarios es un paso más en el camino por promover la igualdad de género, en el marco de un nuevo aniversario del 3J. La deuda es con las mujeres y las niñeces.
Para firmar en apoyo al proyecto para el Reconocimiento salarial a trabajadores y trabajadoras de comedores comunitarios podés hacerlo en este enlace.

Si querés sumarte a La Poderosa o colaborar con la organización podés comunicarte con Ana 2644396986 o Miriam 2645654317.

Fuentes consultadas/Referencias:

Fotos Gentileza de Noelia Aragón, colaboradora de La Poderosa, San Juan.

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