De trols, bots y otras especies

De trols, bots y otras especies

Hace unas semanas, compartimos una columna de una cineasta local en defensa del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). En Instagram (IG), la nota alcanzó más interacciones que el promedio del resto de nuestras publicaciones. Tal vez haya sido por eso que, por primera vez, advertimos la presencia de un aparente bot: un tal seba.carra.2718 que tiene 0 publicaciones, 0 seguidores y sigue a 3 cuentas, todas vinculadas a la Universidad Nacional de San Juan. Este perfil comentó:

El comentario del bot debajo de la publicación sobre la columna del INCAA en Instagram. 

A partir de este hecho, que puede no ser más que una anécdota, no pudimos evitar preguntarnos: si en una cuenta pequeña como la nuestra, en una publicación que alcanza un poco más de interacciones, ya aparece un bot, ¿qué sucede con cuentas más grandes? Lo cual también nos llevó a pensar ¿cómo operan los famosos bots y troles?, ¿son lo mismo?, ¿son los únicos? ¿qué pasa con este tipo de perfiles en las redes sociales en San Juan?

Para explicar lo que está sucediendo es necesario recurrir a algunas categorías que brindan las ciencias de la computación y el marketing político. 

En Argentina específicamente, mucho antes de hablar de perfiles anónimos o de cuentas que reproducen cierto tipo de mensajes, tenemos que detenernos en el escenario político. Al mismo tiempo, actualmente, es imposible hablar de política sin referirnos a las redes sociales. Ya hace varios años, apenas asumió como principal mandatario en 2015, Mauricio Macri fue caracterizado como “el presidente de Facebook”. Es que entre 2015 y 2016, el dirigente alcanzó tal nivel de interacciones a través de su perfil en esa red que se convirtió en uno de los medios digitales más visitados del país. No fue casualidad. Con anterioridad a las elecciones presidenciales, su equipo de comunicación buscó posicionarlo como un medio de comunicación. Algunos años después, un supuesto outsider, Javier Milei, siguió una estrategia similar y ya muchos/as se atreven a reconocerlo como “el presidente de TikTok”.

Macri y Milei no fueron pioneros. Barack Obama, expresidente de Estados Unidos, fue uno de los líderes que inauguró el aprovechamiento de las redes para posicionarse y ganar elecciones. También así lo hizo Donald Trump y más recientemente Jair Bolsonaro, en Brasil.

Además de tener como objetivo posicionar a determinadas figuras en las redes sociales, quienes están detrás de las campañas de estos/as dirigentes saben que hay otro aspecto fundamental en términos de marketing político: vender una idea de vida. Esto nos explica la comunicadora Lotte Castro, técnica en Comunicación Popular y especialista en marketing. Así, por ejemplo, Milei vendió la idea de “construir un país en el que la gente viva como en el primer mundo gracias a la dolarización”. 

Para instalar esa y otras ideas que le permitieron a La Libertad Avanza (LLA) llegar al gobierno, el presidente y su equipo se valieron del astroturfing. Lotte Castro la define como una estrategia destinada a generar la ilusión de que existe apoyo popular a ciertas ideas. Por ejemplo: “el cine argentino es malo y no se ve”. Por supuesto, para que la idea tenga cabida es importante retomar valores y prejuicios previos. Así, LLA ha ido instalando diferentes ideas en torno a la cultura, las políticas en derechos humanos, las universidades y las políticas de género, entre otras temáticas. En definitiva, está librando toda una batalla ideológica, mucho más que un plan económico. 

Para llevar adelante la estrategia de manipulación de la opinión pública (astroturfing) dentro del ecosistema que constituyen las redes sociales, los equipos de comunicación de los/as políticos/as se valen de diferentes “especies”, distintos tipos de perfiles, además de aprovechar las famosas fake news, entre otras estrategias. Pero aquí solo nos ocuparemos de las especies. La más conocida dentro de esa fauna probablemente sea el trol; pero es importante reconocer que no es la única. Lotte Castro nos advierte que también existen los bot, los cyborg y los sock puppet. Estas especies funcionan en todas las redes sociales, aunque algunas les son más propicias para concretar los objetivos que dan origen a su existencia. 

Por supuesto, LLA no es la única que se vale de esta fauna de las redes. En Argentina, hay al menos dos fuerzas disputándose el poder: una está principalmente representada por los/as libertarios/as y otra es la que intenta generar resistencia, encarnada por perfiles cercanos al peronismo y a los partidos de izquierda. Sin embargo, hay que reconocerlo: Milei y sus seguidores/as le llevan años luz al resto de los sectores en el uso del astroturfing y en la explotación de la fauna propia de las redes.

La fauna de las redes 

El bot, según Luciano Galup, especialista en medios sociales, comunicación política y análisis de datos, es una cuenta no auténtica que está parcial o totalmente automatizada en sus interacciones. En otras palabras, es un perfil detrás del cual hay una computadora. Su nombre no es casual, justamente el término viene de la palabra robot, lo cual indica la realización de tareas repetitivas y automatizadas.  

Si hablamos de bots usados para lo político tenemos que pensar en alguien (en este caso hay empresas dedicadas a eso) que paga para acceder a la creación de una serie de perfiles en determinadas redes sociales que actúan de manera programada. Intervienen frente a cierto tipo de publicaciones con mensajes preestablecidos.  Son especialmente utilizados en X, la extwitter, para posicionar ciertos temas a través de determinados hashtags

Es importante aclarar que esta definición tiene que ver con el uso de bots como perfiles de redes. También existen otras acepciones del término, como por ejemplo instituciones que tienen bots configurados en sus cuentas de WhatsApp para responder de manera automática a ciertas consultas. 

El cyborg, a diferencia del bot, tiene detrás de sí a una persona. Ana Isabel Bonachera García, Doctora en Ciencias Humanas y Sociales de España, explica que este neologismo está formado por la abreviación cib-, que viene de cibernético, y por la abreviación -org, de organismo. El término es utilizado en diferentes ámbitos.

Dentro del marketing político en redes sociales, podemos decir que el cyborg tiene un comportamiento similar al de una máquina, en el sentido de que ayuda a replicar mensajes casi de manera automática. Así lo explica el especialista Carlos Piña del Centro de Estudios de Opinión y Análisis de la Universidad Veracruzana (México). Suele tratarse de alguien que hace ese trabajo de manera paga, generalmente dentro de un horario acotado, que suele ser en la mañana. Es posible que alguien se haya topado en Internet con la posibilidad de acceder a hacer este tipo de tarea de manera paga. Es importante tener en cuenta que en algunos casos el pago es real pero también existen numerosas situaciones de estafa.

Sock puppet es una persona que maneja diferentes perfiles, generalmente anónimos, para difundir ciertas ideas. El término puppet es inglés y traducido al español significa “marioneta”. Este tipo de perfiles, explica Piña, genera la sensación de que hay un conjunto de personas difundiendo o apoyando determinadas ideas. “Son cuentas que simulan una identidad con el claro fin de engañar y confundir” afirma la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información de la Universidad de Chile. 

Por último, el trol. Esta tal vez sea una de las especies más difíciles de definir, ya que bajo esta categoría se suelen englobar las acciones realizadas por diferentes tipos de perfiles. Incluso, entre quienes se dedican al ámbito de la programación y el marketing político, no hay consenso respecto a sus características. 

A pesar de los cruces, podemos decir que trol es un “odiante”. Es una persona de carne y hueso, que puede ser incluso influencer, que genera mensajes de odio y acoso y que, en general, busca producir enojo en otros/as. Estos sentidos tienen mucho que ver con el origen etimológico de la palabra. Según la Fundación del Español Urgente, el término viene del noruego troll que designaba a un monstruo maligno de la mitología escandinava y que vivía en grutas o bosques. 

Luciano Galup lo describe como alguien que busca generar ruido y molestar y dice que su existencia es anterior a las redes sociales, ya que viene de la cultura de los blogs. Además, es importante aclarar que el trol puede actuar con independencia o de manera paga.

Entender la manera en la que actúan estas diferentes especies es fundamental para desmontar lo que está sucediendo en las redes sociales, que a su vez tiene mucho que ver con la construcción de la opinión pública.

La polarización afectiva

Más allá de todo lo descripto, hay un aspecto clave para comprender el accionar de la fauna de las redes. Independientemente de si actúan de manera paga o no, para favorecer a ciertas figuras o no, de manera anónima o no, el accionar de todas las especies está profundamente atravesado por la emocionalidad. Buscan generar una determinada reacción afectiva en los/as usuarios/as. 

Natalia Aruguete y Ernesto Calvo, en su libro Fake news, trolls y otros encantos, utilizan la categoría polarización afectiva para designar al “aumento en la distancia en gusto, odio, asco o alegría que declaran los votantes de distintos partidos al observar un mensaje político”. Entonces, cada vez más, los mensajes políticos en redes sociales apelan a generar ciertas emociones y a acentuar esa polarización. Es en gran parte por ese motivo que la fauna de las redes prospera. Aruguete y Calvo explican que esa respuesta afectiva no supone solo un alineamiento cognitivo. Esa respuesta es mucho más que eso, suele ser una “defensa encendida de las creencias propias ante los objetivos comunicaciones del “otro”.  

Esta polarización ha generado una activación de la derecha, afirman Aruguete y Calvo. “Vemos un crecimiento del nativismo identitario y la transnacionalización de sentimientos xenofóbicos contra los inmigrantes y las minorías étnicas y raciales”. Por supuesto que ciertos sectores suelen ser los más atacados, entre ellos las mujeres y quienes defienden los derechos de las minorías.  

Marionetas y trols sanjuaninos/as

En San Juan, por las particularidades de nuestra identidad cultural y prácticas comunicativas, es posible identificar algunas de estas especies por sobre otras. En primer lugar, nos recuerda Lotte Castro, es importante tener en cuenta que aquí la red X (extwitter) no es tan relevante como en otros lugares. En cambio, los/as sanjuaninos/as utilizamos mucho más Instagram y Facebook. Probablemente esta sea una de las razones por las que la presencia de los bots no es algo tan característico de nuestras redes. Otra razón tal vez sea que los/as sanjuaninos/as todavía no hemos constituido grandes comunidades en las redes de cuentas locales. Eso dejaría en evidencia rápidamente a este tipo de perfiles. 

En cuanto a los cyborg, estos tampoco tienen relevancia a nivel local. Por el contrario, en San Juan sí es posible identificar rápidamente la existencia de troles y sock puppet. En el último tiempo, estos han comenzado a actuar de manera casi desmesurada, especialmente en contenido institucional o periodístico relacionado con la coyuntura política. Es posible encontrarlos, especialmente, en comentarios en las redes de diarios digitales, en cuentas de dirigentes políticos o en perfiles como el de la Universidad Nacional de San Juan. El programador Sebastián Recabarren analiza estos comportamientos en redes y llega a la conclusión de que hasta parece tratarse de un “ataque” organizado ya que, en cuestión de minutos, algunos de esos contenidos reciben decenas y a veces hasta cientos de comentarios de trols y marionetas. Pareciera que detrás de esto hubiera gente compartiendo a través de WhatsApp el acceso a un determinado contenido y animándose unos/as a otros/as a comentar en contra o a favor.   

A veces, esos troles o marionetas que comentan están atentos/as a las publicaciones que realiza periódicamente una determinada cuenta. Otras veces, quizás una vez al mes, explica Sebastián Recabarren, a los/as usuarios/as comunes y corrientes, una determinada red social les muestra un contenido que no condice con sus preferencias. En general, todas las plataformas tienden a hacer lo contrario. El algoritmo suele mostrarles lo que condice con sus ideas y gustos; pero cuando sucede lo inverso, es muy probable que se encuentren con una publicación que, no solo no tenga que ver con sus elecciones, sino que además les genere molestia o enojo y que, por lo tanto, terminen comentando o interactuando de alguna forma con ese contenido. Esta última explicación le da sentido a muchos comentarios que sanjuaninos/as hacen debajo de ciertas publicaciones en redes manifestando desacuerdo o enojo.

¿Qué pueden hacer los perfiles en redes que reciben comentarios de los troles y marionetas? Aprovecharlos y obtener información, nos dice Sebastián Recabarren. Establecer patrones. Por supuesto, si quieren que el contenido logre un determinado efecto, deberían asegurarse al menos 10 comentarios que apoyen lo que intentan sostener. 

Fuera de la tarea que realizan las empresas de marketing, están los/as usuarios/as que eligen librar pequeñas batallas, desde perfiles anónimos, a través de la modalidad marioneta. Esto sí es frecuente en las redes a nivel local. Tienen uno o más perfiles y siguen a figuras políticas o instituciones a las que, generalmente, les interesa criticar sin quedar expuestos/as. 

C.H. es una persona que decidió crear este tipo de perfil, conocido como marioneta. En su caso, no hay más que un interés personal por defender ciertas ideas y, a la vez, resguardarse de posibles ataques. C.H. cuenta que comenzó haciendo comentarios con su perfil verdadero debajo de algunas noticias de diarios digitales locales. Quienes no compartían su postura la agredían y en algunos casos lo hacían utilizando datos que obtenían de su perfil, en este caso de Facebook. Fue a raíz de eso que decidió empezar a comentar y difundir las ideas que considera importantes desde cuentas marionetas. 

Si bien todavía no existe ningún tipo de regulación en relación al accionar de estos perfiles, es fundamental saber que existen y cómo actúan. Es urgente comenzar a tomar consciencia acerca de cómo se está construyendo la opinión pública ya que eso afecta directamente a nuestro derecho a la comunicación y, por supuesto, a la democracia.

Webgrafía

(24 de septiembre de 2020). Deepfakes, sock puppets y bots: la larga lista de engaños para confundirte en redes sociales. Vicerrectoría de Tecnologías de la Información de la Universidad de Chile. https://vti.uchile.cl/deepfakes-sock-puppets-y-bots/

Animal Político. (3 de marzo de 2022). Bots, cyborgs y trolls: así se distorsiona el debate en redes sociales. [Archivo de Video].https://www.youtube.com/watch?v=Sy6kS43ohxo&t=102s

Esteban, P. (18 de marzo de 2024). Los streamers, los políticos y el arte de inventar audiencias masivas. https://www.pagina12.com.ar/721947-los-streamers-los-politicos-y-el-arte-de-inventar-audiencias

Fundación para el español urgente. (4 de noviembre de 2011). Trol, y no troll. https://www.fundeu.es/recomendacion/trol-no-troll/

Greco, M. (3 de diciembre de 2019). La fenomenología del troll. https://www.pagina12.com.ar/234348-la-fenomenologia-del-troll

Novaresio, L. (16 de diciembre de 2017). ¿Tiene el gobierno de Macri un ejército de trolls para acosar a los que lo critican? Infobae. https://www.infobae.com/politica/2017/12/16/tiene-el-gobierno-de-macri-un-ejercito-de-trolls-para-acosar-a-los-que-lo-critican/

Regalía Hendi, C. I. (2023). Reseña de: Big data & política: De los relatos a los datos. Persuadir en la era de las redes sociales. Luciano Galup. Buenos Aires : Ediciones B, 2019. Teknokultura: Revista de Cultura Digital y Movimientos Sociales, ISSN-e 1549-2230, Vol. 20, Nº. 2, 2023. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9014283

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