Permanecer en la universidad no depende solo del mérito

Permanecer en la universidad no depende solo del mérito

Cada año, en Argentina, la cantidad de ingresantes a universidades estatales aumenta  exponencialmente. Sin embargo, no sucede lo mismo con el número de egresados, sino todo lo contrario. Estos datos dejan algunos interrogantes: ¿cuáles son las causas por las que los estudiantes dejan su carrera?, ¿por qué cada vez es más baja la permanencia universitaria?, ¿qué responsabilidad le cabe al Estado?

Según los Anuarios Estadísticos de Instituciones Universitarias Argentinas del Ministerio de Capital Humano de la Nación, en San Juan, en 2023, 5.533 personas ingresaron a carreras de educación superior en distintas instituciones estatales. Los anuarios también muestran que en el mismo periodo hubo 641 egresados. La gran diferencia entre ingresos y egresos no es exclusiva de ese año. El informe indica que entre  2013 y 2023  la tasa anual de crecimiento de graduados fue del -1,9%.

Las dificultades en la permanencia de los estudiantes universitarios no están solo en los números, quienes estudiamos alguna carrera en el nivel superior las vemos cotidianamente. Justamente, cuando ingresé a la universidad me llamó muchísimo la atención la gran cantidad de compañeros que dejaron la carrera en el primer cuatrimestre. Y si bien otros siguieron y lograron llegar a ser estudiantes avanzados, con el tiempo también decidieron no continuar.  

Las deserciones me generaron muchas preguntas, pero al mismo tiempo no lograba dimensionar todas las razones que pueden llevar a un estudiante a abandonar su carrera, desde tener que trabajar por diversas situaciones familiares, hasta tener problemas de aprendizaje, entre muchas más. Efectivamente, el Anuario Estadístico de Instituciones Universitarias contempla diversos factores para realizar las estadísticas anuales: el clima educativo que hay dentro del hogar de los estudiantes; el nivel educativo de los padres y las madres; y el nivel educativo que alcanzó el estudiante en la primaria y secundaria, entre otros.

Entre los estudiantes universitarios es común escuchar la frase “en marzo las aulas están tan explotadas de ingresantes y en junio quedan menos de la mitad”. La frase refleja una situación real, algo que conocemos pero que solemos normalizar.

¿Por qué hay deserción?

La psicóloga Alejandra Ruffa y la psicopedagoga Silvana Serra trabajan en la Dirección de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad Nacional de San Juan como encargadas de los talleres de Terminalidad Universitaria y Secundaria, Orientación Vocacional y Reorientación Vocacional, entre otros. Las profesionales comentaron que la deserción o pausa del recorrido universitario es pluricausal.

Las coordinadoras del taller de terminalidad universitaria explican que entre los factores que influyen en la trayectoria están los cambios en la vida de los estudiantes: pérdida de familiares, formar una familia (situación predominante en mujeres), tener que trabajar y estudiar al mismo tiempo.

También hay causas académicas como problemas con profesores y cambios en los planes de estudios. Hay alumnos a los que les quedan pocas materias para egresar, pero con la aplicación de nuevos planes de estudios deben solicitar reválidas,  comentan las coordinadoras.

El taller de terminalidad universitaria tiene como objetivo orientar y alentar a los alumnos a los que les quedan algunas materias pendientes a retomar su carrera para recibirse. Actualmente, las coordinadoras llevan adelante un grupo de seis estudiantes de diferentes unidades académicas de la UNSJ. A través de herramientas de introspección y focus groups, trabajan en la flexibilidad entre la vida personal y académica. 

“Es como si fuera una materia pendiente para ellos, algo personal; ya ni siquiera les hace falta para lo laboral, sino que quieren tener el título”, expresa la psicóloga Alejandra Ruffa.

Además de estos talleres de terminalidad, la Universidad Nacional de San Juan brinda diferentes prestaciones para contribuir a la permanencia de los alumnos, como la Beca de Apoyo Económico, el Comedor universitario, las becas para fotocopias y cuenta con la Residencia Universitaria. También, desde 2024, en la UNSJ empezó regir el  Registro del Estudiante Trabajador y/o con Personas a cargo (RETYPAC), el cual permite a los  inscriptos tener flexibilización en los horarios de cursado, la posibilidad de realizar los trabajos prácticos grupal de manera individual y acceder a alternativas para realizar evaluaciones en caso de no poder asistir a las programadas. 

Estudiar en tiempos en los que se deslegitima a la universidad

En Argentina, la educación superior abarca instituciones universitarias y no universitarias, estatales y privadas de carreras de pregrado, grado y posgrado. Según el Artículo 4 de la Ley de Educación superior 24. 521 tiene por objetivos: “Formar a científicos, profesionales y técnicos, preparar profesionales para ejercer la docencia, además de promover el desarrollo de la investigación y las creaciones artísticas”. También, la ley de educación superior busca garantizar la calidad y excelencia en todas las instituciones y profundizar los procesos de democratización en la educación.

A pesar de que la educación superior es un derecho, en el último tiempo ha sido frecuente encontrar, especialmente en redes sociales, cuestionamientos hacia el presupuesto que se destina a las universidades. La polémica tuvo su auge a partir de las diversas marchas y paros en reclamo por el aumento del presupuesto universitario y de los sueldos de los docentes. En ese marco, en X se viralizaron posteos que cuestionan el tiempo que les lleva a los estudiantes concluir una carrera. Incluso algunos usuarios de la plataforma proponían cobrar por sus estudios a quienes tardaran en graduarse más tiempo que el estipulado por los planes de estudio.

Este año no hubo una actualización en el presupuesto universitario y los prejuicios hacia la universidad y a estudiantes siguen en boga. Mientras tanto, los alumnos siguen haciendo frente a diferentes desafíos para permanecer y concluir sus estudios. La política de desprestigio no concluye ahí. Hace un mes, el canal infantil de televisión abierta Paka Paka anunció que su nueva programación para julio incluirá la serie estadounidense infantil Turtle Twins. En el episodio ¿Vale la pena la universidad? los personajes principales Ethan y Emily le preguntan a Mike Rowe (un ingeniero) qué tan necesario es ir a la universidad. Con una canción, Mike Rowe les explica que la universidad no es necesaria para el éxito, ya que muchas personas han triunfado solo con un curso.

También, Mike les comenta a los gemelos que si entran a la universidad solo quedarán endeudados y  que serán reemplazados por la inteligencia artificial. Este dibujito además de desvalorizar los estudios superiores, está alejado de la realidad del sistema universitario argentino que es público, laico y no arancelado. A diferencia del sistema estadounidense, que es arancelado.

Diferentes trayectorias y experiencias 

Son múltiples los factores que pueden provocar que un estudiante demore, pause o abandone su egreso de una carrera. Según el relevamiento de estadísticas universitarias de 2020- 2021, realizado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación en conjunto con el Consejo Interuniversitario Nacional, en 2021 la mayoría de los alumnos universitarios en Argentina tardan 9 años en egresar de una carrera de 5 años y solo el 25,1% se egresan en el tiempo predeterminado. 

Desde Catalejo consultamos a 16 estudiantes sanjuaninos de diferentes carreras de educación superior. Más de la mitad de los alumnos cuentan que en algún momento quisieron abandonar su carrera. Al menos la mitad de los encuestados afirman que tuvieron que recursar alguna materia y la misma cantidad responde que el secundario no los preparó para la universidad.

Los estudiantes también mencionan que no se sienten aptos para su carrera debido a comentarios de algún docente y porque pese a sus esfuerzos han tenido que recursar algunas materias. Algunos de ellos comparten más detalles sobre su trayectoria en la educación superior. 

Rocío es mamá soltera, tiene a su cargo a sus padres y trabaja en una tienda. A los 21 empezó a estudiar Abogacía, pero después de cursar esa carrera durante tres años decidió dejarla para dedicarse a trabajar.

A los 29, Rocío volvió a estudiar y eligió la licenciatura en Comunicación Social. Ella explica que estudiar es un proceso volátil, en el que tiene que equilibrar constantemente su trabajo, responsabilidades y la universidad. “No se debería hablar de arancelar una carrera ya que la universidad es gratuita y da la oportunidad de estudiar a muchas personas, que de otra manera no podrían estudiar”.  

Gastón empezó a estudiar el Profesorado en Historia en 2024. Él comenta que no ha cambiado de carrera, pero sí de institución educativa, ya que no se sentía cómodo con la forma de enseñar que tenían sus anteriores profesores y el sistema.

Él expresa que estudiar no fue un proceso lineal. Al salir del secundario decidió tomarse un año antes de entrar a la universidad. Gastón menciona  que en el primer año de su carrera le costó mucho adaptarse, siente que fue por la deficiente base educativa que le dejó el secundario y por su descanso de un año.

Gonzalo ingresó en 2020 a la  Licenciatura en Trabajo Social. Actualmente estudia y trabaja. Explica que es complicado para cada alumno llevar una carrera y trabajar. En su caso, en sus primeros años tuvo que interrumpir su cursado debido a que no tenía mucha flexibilidad en su trabajo. Comenta que ha visto a varios de sus compañeros desertar de la universidad por no poder llevar ambas responsabilidades. A pesar de esas complicaciones, a él le gusta su carrera, ya que le ha brindado muchas herramientas que lo han hecho crecer como profesional y persona.

Y es que el paso por la universidad va mucho más allá del estudio. La experiencia universitaria incluye lo social, aspectos vinculados al autoestima, conocimientos sobre un campo disciplinar y sobre diferentes aspectos de la vida. Y así como el acceso a la educación superior impacta en diversas dimensiones de la vida de los estudiantes; también la complejidad de la vida y de los trayectos de ellos incide en su permanencia.

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