En medio del horror: ¿qué tiene que ver San Juan con Palestina?

En medio del horror: ¿qué tiene que ver San Juan con Palestina?

Probablemente, entre muchos/as de nosotros/as haya un acuerdo casi unánime de repudio hacia el genocidio que vive el pueblo palestino. Sin embargo, también hay otra sensación compartida: la de estar lejos y sin posibilidad de hacer algo. En busca de abordar esta y otras tensiones, el grupo de estudios sobre cuerpo y política de Sociales, de la UNSJ, organizó una charla debate que propuso encontrar diferentes puntos de contacto que nos ayuden a darnos cuenta de que muchas de las luchas de Palestina son también las luchas de San Juan, Argentina y América Latina.  

La semana pasada, el grupo de estudio “Los cuerpos de la democracia: conversaciones sobre cuerpo y política” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan realizó la charla debate “Contacto: Acciones por Palestina”. La Sala de Posgrados de Sociales quedó completamente desbordada por la propuesta. Quienes asistimos de manera física y online parecíamos pedir a gritos un espacio para discutir y hacer algo sobre el genocidio contra el pueblo palestino, una matanza transmitida minuto a minuto a través de diferentes plataformas. 

Melisa Trad, periodista; Melina Barbieri, profesora de Historia y Militante de la Izquierda Socialista; Claudia Cantoni, delegada de la Asamblea Agüita Pura para San Juan y Daniel Zelko, artista y autor de “Oreja madre. Mi cuestión judía”, fueron quienes expusieron (ver más información). Lo hicieron a partir de sus conocimientos y experiencias sobre el conflicto y de los siguientes interrogantes: ¿qué cuerpos importan?, ¿qué cuerpos/territorios son (in)defendibles?, ¿qué puede un cuerpo roto?, ¿cómo aprendemos a no ver lo que vemos o a no saber lo que sabemos?, ¿que nos dice Gaza sobre nosotros?, ¿qué puntos de contacto son insensibilizados para continuar con el genocidio?

Más de 12 mil kilómetros separan a nuestra provincia de los/as palestinos/as. También nos aleja nuestra pertenencia a diferentes culturas, en principio, la occidental y la oriental. Sin embargo, esas distancias no atenúan la impotencia y la responsabilidad que nos cabe por ser testigos y testigas de la destrucción de Gaza y de la muerte sistemática de miles y miles de personas. Lamentablemente, como lo explicó Melisa Trad en la charla, no hay posibilidades de pensar en lograr algo a nivel institucional ya que el gobierno nacional rompió la postura histórica de equidistancia que tradicionalmente sostuvo nuestro país. ¿Qué otras alternativas tenemos?

En un gran esfuerzo por involucrarnos y reducir distancias, este espacio de discusión ofreció diferentes puntos de contacto entre San Juan – Argentina y Palestina. Esas relaciones son posibilidades de conexión y de sensibilización frente a la anestesia que generan este tipo de matanzas. En esta nota recuperamos algunas de esas posibilidades de contacto.

El conflicto entre Israel y Palestina

Las/os expositoras/es compartieron que es complejo señalar el inicio del conflicto entre Israel y Palestina; aunque sí dejaron en claro algunos datos. Primero: nunca fue un enfrentamiento en condiciones de igualdad. Por otra parte, los problemas están imbricados en la misma creación del Estado de Israel (1948). “Se crea sobre las casas y las tumbas de palestinos. Se crea bajo un gran mito: que era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, compartió Melisa Trad. 

Un hecho bisagra en el último capítulo del conflicto fue el ataque de la organización palestina Hamás el 7 de octubre de 2023. Fue esta ofensiva la que dio lugar a los posteriores agresiones del Estado de Israel, que vemos hasta hoy, contra los/as palestinos/as. Sin embargo, aclara la periodista, que se encontraba en Cisjordania cuando Hamás avanzó sobre territorio israelí, antes del 7 de octubre no existía una convivencia pacífica y en condiciones de igualdad entre ambos pueblos. Los/as israelíes habían instalado una especie de apartheid y los/as palestinos/as no podían circular con libertad entre sus territorios y los de Israel; tampoco podían acceder de manera igualitaria a ciertos recursos. 

Según Amnistía Internacional, en octubre de 2023 Hamás y otros grupos armados en Gaza asesinaron al menos 1.139 personas y tomaron de rehenes a más de 200. De acuerdo con el Ministerio de Salud gatazí, desde que comenzó la ofensiva israelí y hasta principios de julio de este año, fueron asesinados/as 58.026 palestinos/as. Esta cifra varía según la fuente. 

Resistencia desde la universidad

Varias/os de las/os expositoras/es y asistentes señalaron la necesidad de que la universidad pública, en este caso la UNSJ, se ocupe de generar espacios de discusión y acción sobre el genocidio contra los/as palestinos/as. 

“Pensamos mucho en el lugar que la Universidad Nacional de San Juan ha tenido siempre para nosotras para poder dar debates que en otros ámbitos de la sociedad son silenciados” comenzó diciendo Dolores Córdoba, integrante del grupo de estudios que organizó la charla debate. “Es lo mínimo que podemos hacer” expresó Melisa Trad; aunque también reconoció “no importa lo que hagamos, llegamos tarde”. 

Y aquí surge uno de los tantos puntos de contacto. En tiempos de cuestionamiento y de ataques a la universidad pública, más que nunca, la universidad no se cierra, sino que resiste y genera espacios de diálogo. En medio de su genocidio, el pueblo palestino resiste. Yanina Jotayán se refirió a la resistencia cotidiana: “a pesar de estar ahí no se van, a pesar de ese contexto de deshumanización, siguen sosteniendo sus comunidades”. “Hay un pueblo que está resistiendo en las peores condiciones posibles y del que también podemos aprender” concluyó Daniel Zelko.

Mekorot y los recursos en disputa

Claudia Cantoni, quien además de formar parte de Agüita Pura para San Juan integra la campaña Fuera Mekorot, se ocupó de hacer una minuciosa reseña sobre esta empresa estatal israelí que es la encargada del sistema hídrico en ese país. Repasó el accionar de la compañía en Cisjordania, en Gaza y en Argentina. Quizás este sea uno de los puntos de contacto más tangibles: la disputa por el agua y la intervención de esta empresa extranjera.

La activista explicó que “Mekorot está acusada por la ONU de ejercer el apartheid del agua sobre el pueblo palestino” y realizó un paralelismo: “llama la atención que las provincias que han firmado el convenio con Mekorot son aquellas en las que el extractivismo es más feroz y cruel”. Entre esas está San Juan, donde desde hace algunos años las gestiones provinciales expresan admiración por la forma en la que Israel gestiona su agua en medio de los desafíos del “desierto”. 

San Juan tiene sus propias palestinas sin agua. Este es el caso de la comunidad huarpe Salvador Talquenca, que se encuentra en el límite tripartito entre San Juan, San Luis y Mendoza junto al lecho del río, pero que desde hace unos 15 años no tiene agua y está en lucha para concretar la construcción de un acueducto. Nadia Aguirre, miembra de la comunidad, comentó que actualmente acceden a un tanque mensual de 5000 litros de agua por familia tipo, lo que equivale a poco más de 40 litros diarios por persona, cuando la ONU reconoce como derecho el acceso mínimo a entre 50 y 100 litros diarios de agua para uso doméstico y personal.

Y Mekorot planea seguir avanzando en Argentina. Además de las 10 provincias que tienen convenios firmados con la compañía, sin contar aquellas que tienen convenios en las que no se nombra de manera explícita a la empresa, el gobierno nacional busca concretar la privatización de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA). Desde hace más de un año, Mekorot estaría asesorando al gobierno y estaría interesada en quedarse con parte de las acciones de AySA.

Melisa Trad, periodista y corresponsal sanjuanina especializada en el conflicto palestino-israelí, expuso a través de la modalidad virtual. 
Claudia Cantoni, ingeniera agrónoma, delegada de la Asamblea Agüita Pura para San Juan e integrante de la campaña Fuera Mekorot. Ingeniera Agrónoma recibida en la UNC expuso sobre el accionar de Mekorot en Palestina y en nuestro país. A su izquierda se encuentra la politóloga Yanina Jotayán; a la derecha, la profesora de Historia Melina Barbieri.

Colonialismo y el mito sobre el desierto

San Juan tiene algunas similitudes geográficas con Palestina, sobre todo porque ambas tienen entre sus biomas al desierto. A su vez, el desierto como metáfora fue utilizada durante el siglo XIX en Argentina para justificar la exterminación de pueblos indígenas en pos de habitar “tierras deshabitadas”. Como explica Yanina Jotayán, el concepto de desierto no es inocente ni neutral, “legitima ocupaciones y despojos”. Aquí hay otro punto de contacto: como dijimos antes, Israel también fue fundado sobre la errónea idea de que se trataba de un territorio sin gente. Ese mito justificó la colonización israelí, apoyada siempre por grandes potencias, y la invisibilización de la población palestina. Así, tanto Argentina, como América Latina y Palestina “han sido representados como “periferia” o “desierto” a explotar o civilizar”.  

De la misma manera, nuestro país fue fundado sobre la matanza e invisibilización de los pueblos que originalmente habitaban estas tierras. Ese también fue un genocio que todavía no es reconocido como sí lo ha sido el cometido en la última dictadura cívico militar. La lucha de los/as palestinos/as es también una lucha contra el colonialismo que echa luz sobre nuestra propia historia. 

Internacionalismo y feminismo para combatir al capitalismo  

Otro punto de contacto reside en la conexión que existe entre las diferentes luchas contra opresiones que se muestran como locales pero que en realidad son globales. 

América Latina, al igual que Palestina, está atravesada por desigualdades históricas, sostuvo Yanina Jotayán. La politóloga citó al filósofo Antonio Negri para explicar, primero, que el imperialismo va más allá de un país y tiene que ver con el capitalismo como régimen. En esta misma línea Melina Barbieri resaltó “hoy, Palestina es el centro de la lucha y la resistencia contra el imperialismo”. Segundo, Jotayán mencionó al autor para referirse a la fuerza de la clase interseccional: “hoy, ninguna lucha puede ser desde la soledad. Las opresiones, aunque se vean distintas, tienen una lógica que es global”. Barbieri también expresó: “desde esta perspectiva entendemos que la liberación de los, las y les trabajadores no puede lograrse aislada de las luchas de otros pueblos oprimidos”. Concluyó: “En este sentido, el internacionalismo no es una opción, es una condición para la liberación humana. Nosotros no podemos ser libres mientras otros otros pueblos siguen oprimidos”.

Entre esas desigualdades compartidas se encuentran las que afectan especialmente a mujeres e infancias. “Las mujeres palestinas cargan con una doble opresión, la del patriarcado, que sigue ahí, pero también tener que sostener en condiciones de despojo”. Barbieri destacó especialmente el rol de las feministas palestinas. Expresó que ellas “se organizan, denuncian, cuidan, se reproducen… Esta es una forma fundamental de resistencia para que el pueblo sobreviva. Una ve las imágenes terribles, niñas y niños muertos y ve mujeres pariendo. A uno le parece una locura y es una forma de resistencia en la que las mujeres están poniendo el cuerpo todos los días”.

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*La imagen destacada de esta nota es la obra Last breath (2024) de la artista palestina Malak Mattar

Noelia Escales

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